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La prueba del Cerdo

El discóbolo David Martínez, suspendido por dopaje, comerá carne con nandrolona

Carlos Arribas

Cuando una persona quiere resolver una duda vital, algo que le reconcome y le quita el sueño, no se puede tomar a broma cualquier cosa que haga, aunque suene grotesca. Durante dos meses, David Martínez ha engordado un cerdo con nandrolona (un producto esteroide anabolizante), lo ha matado y lo ha descuartizado. Ayer, coincidiendo con la notificación pública de su sanción de dos años por dopaje, llegó a Madrid con la carne buscando un laboratorio que la analizara. Aún no lo ha encontrado. Tampoco uno que le analice la orina antes de poner en marcha su prueba. Su intención es bien sencilla: mostrarse limpio ante el mundo y mostrar, también, que la carne del cerdo contiene nandrolona, recluirse, comerse el cerdo y analizar de nuevo su orina. Si se encuentran restos de nandrolona, David Martínez, de 30 años, respirará. Creerá saber por qué dio positivo en una reunión en Alemania, en mayo pasado, cuando él dice que nunca se ha inyectado el anabolizante."Si realmente ha sido por la carne, cosa de la que no estoy seguro, entonces la clave está en mi hígado, que es muy peculiar", dice el lanzador de disco gallego. "Dicen que para dar positivo así te tienes que comer una vaca entera engordada con hormonas, pero yo estoy fuera de las estadísticas". La posibilidad de que la nandrolona que apareció en su orina en la reunión alemana, que le ha costado dos años de suspensión, fue producto de comer carne hormonada es la última opción que le queda al mejor lanzador de disco español de la historia para explicarse su caso. Porque él es inocente.

La Federación Española de Atletismo creía en su inocencia. Le creyó y le defendió cuando antes de los Juegos de Barcelona 92 un análisis mostró un exceso de testosterona. Martínez logró demostrar que su hígado estaba perturbado por una hepatitis B y producía la testosterona de forma anormal. También la española intentó ante la federación alemana anular el análisis por defecto de forma, pero llegado el contraanálisis no pudieron más. "Ha sido muy doloroso sancionarle", dice un portavoz federativo, "porque es una persona a la que todos le tenemos un gran afecto, pero no hemos encontrado ningún argumento, ninguna duda, para no hacerlo". Mientras en la federación también aseguran que serían los últimos en tirar piedras contra su tejado -Martínez es recordman nacional con 65,36 metros y un valor seguro en la Copa de Europa, un competidor de categoría internacional-, el discóbolo dice. "Para ellos ya no soy atleta ni nada. Me han dicho que me buscara la vida y que hiciera memoria, que en algún momento habría ingerido la nandrolona".

Por raro que parezca, a pocos ha sorprendido la historia del cerdo. Todos coinciden: David Martínez es una persona peculiar, un joven sui géneris. Alguien que rompe el estereotipo de los deportistas. Culto y con una gran vida interior. Más preocupado de estar en paz consigo mismo que de la imagen pública. Poco pendiente del dinero. A veces hasta se le olvidaba cobrar la beca olímpica de la federación.

Y es, sobre todo, un apasionado del lanzamiento del disco. Se entrena solo en una aldea de A Coruña, Bergondo. Hace ejercicio en el gimnasio montado en su casa, donde vive solo. Lanza en el prado de un vecino. Y cuando llega a una fase intensa se va a un piso alquilado en Madrid, cerca del INEF, donde se entrena, solo, sin técnico. Hasta se enfada cuando se le insinúa que la sanción, a sus 30 años, será el fin de su carrera. "Qúe dice. Yo seguiré lanzando el disco hasta que me muera. A mí no me para nadie", afirma. En la federación dicen que seguro que estará, y bien, en el Mundial de Sevilla 99.

Su vida es el disco. Busca la paz interior. Y para encontrarla tiene que dar con una respuesta. "Lo que más miedo me da es no descubrir el porqué de la nandrolona. Le tengo pánico a arrastrar siempre la duda".

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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