Me voy
Señor alcalde: me puso un agente una multa de circulación completamente falsa y hasta equivocándose en la marca del coche; hoy he descubierto que la palabra de cinco ciudadanos de Madrid no tiene ningún valor para el Ayuntamiento. No sabe la sensación de impotencia que se siente al pagar 50.000 pesetas (cincuenta mil) por una infracción que no he cometido, porque para un obrero la justicia es cara y no dispone de tiempo. Como tengo la posibilidad de cambiarme de empadronamiento, me voy de Madrid; éste no es mi Ayuntamiento, señor Manzano.-
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