Defender y batallar
Comienzo afortunado. El equipo valencianista tuvo un comienzo afortunado. Su salida fue impetuosa, pero con el paso de los minutos retrasó sus posiciones y pasó a ser dominado. Del Solar y Mendieta se distanciaron de su línea defensiva lo que debilitó la presión y favoreció la aparición de Alfonso. Tuvo poca posesión de balón y no pudo aprovechar los contraataques por errores en el pase.A remolque. Al Betis se le puso el partido a remolque desde el minuto 1. Tardó en encajar la nueva situación. No encontraba la forma de salir de su campo sin recurrir a los pelotazos. Las bandas estaban atascadas y Cuéllar, Alfonso y Oli se habían quedado en el vestuario. Cuando salieron su equipo se fue haciendo con el control y fue otro.
Defensa y pelea. Para mantener su ventaja, el Valencia optó por defender más atrás, acumulando hombres cerca de su portería. Es un equipo concebido para defender y batallar. Cuando posee el balón carece de ideas. Combina poco y juega al patadón rifando la pelota. Romario muy solo y alejado del área rival (donde más peligroso resulta) apenas interviene. No se mereció la victoria.
Insultante. El Valencia se refugió en su área tras el descanso y el Betis se hizo dueño del balón y del campo. Le faltó traducir el insultante dominio en oportunidades y goles. Le faltó el pase final. Exactamente los que suelen dar Jarni y Finidi. Alfonso no pudo inventar y Oli estuvo desaparecido entre los defensas valencianistas.
600. Es una cifra que se dice fácil pero que contada una a una se hace interminable, sobre todo cuando se suma cada domingo. Zubizarreta demostró con tres intervenciones el porqué de semejante palmarés. Muchas veces elogiado y en otras criticado continúa evidenciando una gran determinación. Su equilibrio y su experiencia aún le darán para sumar muchos más.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.