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Moyà accede a las semifinales

Sampras convirtió en mediocre a Rafter y abrió las puertas del Masters al español

El suplicio acabó ayer para Carles Moyá. Todas las especulaciones y los cálculos que había estado realizando durante las dos últimas semanas, adquirieron ayer validez. Sus resultados en las tres primeras jornadas del round-robin le permitieron mantener las expectativas. Pero fue la inapelable victoria de Pete Sampras sobre Patrick Rafter, por 6-4, 6-1, lo que confirmó ayer al mallorquín que estaría en las semifinales del Masters.Moyá se enfrentará hoy al ruso Yevgeny Kafelnikov y buscará el acceso a la final. La otra semifinal la jugarán Pete Sampras y el sueco Jonas Bjorkman. Será la tercera vez que un jugador español se clasifica para las semifinales del campeonato final de la ATP Tour. El primero fue Manuel Orantes, que ganó al polaco Wojtek Fibak en una final que tenía prácticamente perdida en 1976, en Houston. Es el único campeón español. El segundo fue Sergi Bruguera, que perdió frente al alemán Boris Becker en Francfórt en 1994. El tercero es Moyà, que ayer unió su nombre al de esos dos jugadores.

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Su acceso fue gracias a obtener un mejor coeficiente que Rafter en los juegos ganados y perdidos. Pero este puente que le llevó a las semifinales no apareció de forma casual. Para poder aspirar a ellas, Moyá tuvo que ganar al número uno del mundo, Pete Sampras, en la jornada inicial del torneo, y al austriaco Thomas Muster (sustituto de Rusedski), en la tercera. Cierto que Sampras no estuvo ante él al mismo nivel que frente a Rafter. Pero aún así para ganar al número uno hay que jugar un gran tenis.

Ayer, Sampras se encargó de demostrarlo. Llegó a Hannover falto de adaptación a las condiciones en que se ha disputado este Masters. Sin embargo, recicló su juego, ganó a Rusedski y realizó ayer una auténtica exhibición frente a un Rafter, que ganó el Open de Estados Unidos.

Con su juego, Sampras convirtió en mediocre a un tenista de la calidad de Rafter. El australiano había demostrado que era el jugador más en forma de los que iniciaron el torneo en Hannover. Pero, aún contando con todo su potencial, no logró desbaratar los planes de Sampras. Debió resultarle realmente exasperante ver como en cuestión de una hora y 1 minuto se le esfumaban todas sus expectativas. Durante tres días había sido el mejor clasificado del grupo Rojo. Y una sola derrota le apeó del torneo.

La superioridad de Pete Sampras fue tan brutal ayer, que a lo largo del partido Rafter no dispuso ni siquiera de una bola para romper el saque del norteamericano. En todo el partido, Sampras perdió sólo ocho puntos cuando dispuso del servicio. En cambio, rompió el de su rival cuatro veces, y la última -la que cerró el partido- la coronó en blanco, realizando dos restos impresionantes de revés sobre primeros saques de Rafter que iban a más de 170 kilómetros por hora.

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