EE UU prepara una respuesta militar tras un nuevo desafío iraquí

El presidente norteamericano, Bill Clinton, calificó ayer como "desafío claramente inaceptable contra la comunidad internacional" la de cisíón de Sadam Husein de expulsar de Irak a los inspectores estadounidenses de Naciones Unidas. Clinton anunció que responderá a ese desafío "con gran determinación". El Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes norteamericana aprobó ayer una resolución en la que autoriza acciones militares contra Irak en el momento en que quede agotada la vía diplomática.

Todavía en el terreno diplomátíco, Estados Unidos convocó anoche una sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para buscar una nueva condena a la medida de expulsión adoptada por Sadam Husein. El embajador norteamericano, Bill Richardson, recordó, no obstante, que Washington no precisa una resolución expresa de la ONU para lanzar un ataque contra Irak. La ONU anunció que todos los inspectores internacionales abandonarán hoy Irak como consecuencia de la decisión del Gobierno de Bagdad. Los seis técnicos norteamericanos lo hicieron anoche por carretera. Esa salida deja el terreno despejado para algún tipo de intervención militar norteamericana, preparada desde hace días y que ahora parece inminente. El Reino Unido anunció también ayer el envío de un portaaviones a aguas próximas a la zona como refuerzo de las unidades norteamericanas. El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, James Rubin, dijo que la convocatoria del Consejo de Seguridad de la ONU "tiene el único propósito de demostrar a Sadam Husein que su intento de dividir a la comunidad internacional ha fracasado". Bill Clinton, que se reunió ayer con sus asesores de seguridad, afirmó que continuar las inspecciones de la ONU en Irak "es importante para la seguridad del mundo".