Claramente superior

Más posesión. El Madrid tuvo más posesión del balón a lo largo de la primera mitad, pero la horizontalidad de su juego por la escasa movilidad de sus hombres le impidió progresar y le restó eficacia. La lenta circulación del balón acrecentaba el problema. Raúl, aburrido en la banda izquierda por su escasa participación, buscó en ocasiones posiciones más centradas para entrar más en juego. Esta circunstancia animó a Roberto Carlos a incorporarse más al ataque, aprovechando ese espacio vacío.Asegurar la portería. El Racing comenzó el partido cediendo terreno. Marcos quiso asegurar su portería para lo que ordenó marcajes específicos sobre los punta madridistas y reforzó las bandas. Encargó a Porfirio la misión de impedir que Redondo creara juego y dejó solo en punta a Correa. Varias recuperaciones de balón en campo madridista le permitieron disponer de buenas oportunidades.

Ritmo más vivo. El Madrid inició el segundo tiempo con un ritmo mucho más vivo. Una gran jugada de Sulcer le dio la oportunidad a Morientes de demostrar que sigue con su racha goleadora. Redondo, liberado del marcaje de Porfirio, empezó a marcar el ritmo del partido. Se adueñó del balón y distribuyó el juego con gran criterio.

Era tarde. Tras el gol del Madrid, el Racing desapareció. Perdió su intensidad defensiva, el orden y la agresividad, cualidades en las que se había apoyado en la primera mitad. Apenas tuvo el balón y fue claramente superado. Marcos intentó varios cambios para darle frescura al equipo y más poder ofensivo, pero era tarde. Consiguió su gol en un centro por la banda por donde más peligro demostró.

Apuros innecesarios. El Madrid fue claramente superior, llevó la iniciativa y dispuso de muchas ocasiones. Heynckes realizó varios cambios para darle más frescura al equipo. De haber gozado de más acierto rematador, no hubiera pasado los apuros de los últimos minutos.