Caos en el teléfono,ferrocarril, energía eléctrica y carreteras

El temporal dejó ayer a Extremadura incomunicada por teléfono, ferrocarril y carretera, y la comunidad autónoma además sufrió cortes eléctricos intermitentes por el devastador efecto de las lluvias torrenciales y los vientos huracanados. El colapso de las telecomunicaciones se produjo cuando la crecida del arroyo Albarrega inundó la central interurbana de Mérida Proserpina, donde se encuentra el grupo electrógeno de Telefónica que alimenta toda la zona. El agua se introdujo a través de la arqueta de desagüe.

La red telefónica se estuvo alimentando con baterías desde que se produjo el corte hacia las dos de la madrugada, pero a las seis hubo un corte total de la central de conmutación y transmisión y quedó afectado todo el servicio interrurbano de la provincia y parte del urbano en muchas poblaciones. Las comunicaciones fueron restauradas a las 13.30, aunque hablar por teléfono aún era difícil horas después. La Compañía Telefónica envió a Badajoz tres camiones .con equipos de fuerza, un locutorio móvil y una estación te-: rrestre de comunicación por satélite.El aislamiento telefónico agravó alarmantemente la situación, ya que no había modo de comunicarse con los pueblos afectados ni, por tanto, se podía saber lo que estaba ocurriendo. La delegación del Gobierno y las autoridades de la Junta tuvieron que recurrir a las unidades móviles de la cadena SER y de Radio Nacional de España (RNE) para mantener sus contactos.

Al caos telefónico se unieron los cortes de energía eléctrica de la Compañía Sevillana de Electricidad, aunque fueron intermitentes y no muy prolongados.

Ayer por la tarde, los servicios de ferrocarril permanecían suspendidos hacia y desde Extremadura debido a que las vías estaban anegadas y obstruidas por los árboles arrancados por la fuerza del viento. Además, fuentes de Renfe indicaron que las riadas se han llevado "todo lo que había debajo de las vías", con lo que los raíles quedaron prácticamente suspendidos en el aire y no podían soportar el peso de los trenes. Los viajeros del tren-hotel Lusitania, procedente de Lisboa, tuvieron que ser trasladados por carretera desde la localidad de Monfragle hasta Madrid.

Las carreteras de la comunidad también resultaron afectadas. Permanecieron cortadas la N-630 en el término municipal de Cañaveral, en la provincia de Cáceres, y la C-422, entre los kilómetros 24 al 60, en Solana de los Barros, provincia de Badajoz, así como otras 18 carreteras de la red comarcal de Cáceres y Córdoba.