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La ONU del deporte español

Los extranjeros han entrado en numerosas modalidades y las distintas selecciones cuentan ya con nacionalizados

Brasileños en fútbol sala, argentinos en hockey sobre patines, chinos en tenis de mesa, neozelandeses en rugby, canadienses en voleibol, nicaragüenses en béisbol... y cubanos por casi todas partes. La ONU del deporte español. La fiebre de los extranjeros se ha extendido desde el fútbol, con su mayoría de jugadores brasileños, pero también de las antiguas Yugoslavia y URSS -que ya ha habían invadido el balonmano-, o desde el baloncesto, donde siguen aplastando los eternos estadounidenses. En cada deporte, aparte de seguir aprovechando a los comunitarios de las formas más curiosas para que no ocupen plaza como foráneos, la última solución son las nacionalizaciones. Buen número de deportistas de distintos orígenes representan ya a España en las selecciones. Y, la lista continúa.Los viejos tiempos de Di Stéfano, Kubala, Puskas o Santamaría, tal vez los cuatro más famosos, han continuado en el fútbol con los últimos nacionalizados en la selección, Donato y Pizzi. En toda la historia ya sobrepasan la treintena y el equipo nacional podría contar con más en el futuro siempre que no hayan jugado con sus anteriores países. La norma que antes no existía inhabilita ahora a los Redondo, Simeone, Zamorano, Zalazar o Pochettino -el último-, nacionalizados ya por el interés de los clubes en dejar plazas libres de extranjeros.

La mayoría de foráneos en el fútbol son ahora brasileños, que superan a los argentinos -líderes antes- y uruguayos como máximos representantes americanos. El ejemplo del Deportivo, que casi podría jugar el campeonato paulista o carioca, es elocuente. Pero también siguen en el fútbol español un buen número de yugoslavos, croatas y bosnios, junto a los rusos. La última hornada africana, que ha superado a la nigeriana, es marroquí.

El baloncesto es otro veterano en contratar extranjeros, pero a diferencia del fútbol no ha cambiado su cantera. De un total de 54 jugadores posibles en la actual Liga ACB, 47 son de EE UU. Catorce de los 18 equipos tienen completo su cupo de tres. Sólo el Barcelona (Mustaf) y el Madrid (Arlauckas) tienen uno, el Tau Cerámica (Scott y Bennet), el Cáceres (Harris y McKey) y el Unicaja (Roe y Miller), dos cada uno. Los clubes juegan con comunitarios y nacionalizados, como el madridista Mike Smith -el único que está en la selección-, Marcelo Nicola (Barcelona), Sasa Radunovic (Pamesa), Ray Smith (Unicaja) o Anicet Lavodrama (Fórum).

El impulso extranjero también está en el baloncesto femenino, donde ya ha sido internacional la ex ucrania Natalia Zassouskaia. Veinte jugadoras foráneas se reparten en los 12 equipos de la primera Liga femenina. Ha bajado la presencia estadounidense y ha subido la de los antiguos países del Este.

El rentable balonmano

El balonmano es un buen ejemplo de rentabilidad extranjera. Tras la nacionalización del central primera línea Dushebajev, el mejor jugador mundial y ahora en la Liga alemana, ha conseguido la del pivote ucranio del Barcelona, Andrei Chtchepkine. Son dos de las joyas de la antigua URSS, de donde juegan hasta siete hombres en la Liga Asóbal. La mayoría de foráneos, sin embargo, hasta 16, es de la ex Yugoslavia.En mujeres, aunque el nivel es más bajó -salvo el éxito por clubes del Osito en la Copa de Europa-, también dos extranjeras están ya en la selección. A la rusa Vera Samoilova, estrella del Osito, se ha unido la veterana rumana de 35 años, Elena Ciubutaru, ahora en el Ferribús Mislata. Al revés que en hombres, en la Liga son mayoría las antiguas ex soviéticas. Y la lista de nacionalizados sigue. La otra estrella rusa del Osito, Natalia Morskova, también casada con un español, está en trámites.

En voleibol, en cambio, la subida del nivel masculino ha sido netamente nacional, aunque sí con, entrenadores extranjeros. Primero el cubano Gilberto Herrera y luego argentinos. Hay 22 jugadores extranjeros en la Liga, pero es sintomático que nuestros mejores hombres estén jugando fuera, siguiendo la estela de Rafa Pascual. La cosecha foránea sí ha mejorado en mujeres. Sólo se ha nacionalizado la ucrania Olena Zalyubovska, del Caja de Avila, casada con un español, pero hay otras tres ucranias en la Liga femenina, cuatro holandesas, cinco canadienses -más dos hombres, lo que da esta mayoría norteamericana-, tres venezolanas y tres cubanas, como países más representados con un total de 27 jugadoras.

Punto y aparte merece la isla caribeña. De su voley que ha ganado todo -Juegos Olímpicos, Campeonatos Mundiales y Liga Mundial- se han venido cuatro estrellas. Una de ellas, Magaly Carvajal, casada con otro español, tiene la nacionalización en trámites para quedarse, y las restantes, dos están en el Voley Murcia, Imelce Tellez y Niurka Castañer, y otra, la gran rematadora Mercedes Calderón, en el Pinguela de Monforte de Lemos. En principio son trabajadores en el extranjero, con los leoninos contratos que. deben dar al gobierno cubano gran parte de lo que ganan, pero la huída siempre planea en casi todos de una forma u otra.

El éxodo cubano hace tiempo que llegó a España. Taymí Chappé ha logrado los mayores éxitos de la esgrima española de siempre, e lliana Duarte, ex internacional caribeña, se casó y también tira ya por el equipo nacional. Incluso un joven de origen cubano, aún cadete, Luis Menéndez, de abuelo español, acaba de asombrar a sus 16 años -dos en España-, al ganar por primera vez en la historia de este deporte un torneo absoluto de florete a los mejores españoles, Guerra o García.

Y de tanta concentración de atletas cubanos en España -en Guadalajara-, se han descolgado al menos dos saltadoras, Nyurka Montalvo y Virginia Martínez.

La última nacionalización de élite, apenas 10 días después de la de Chtchepkine, ha sido la del waterpolista del C. N. Barcelona,Iván Pérez. El deporte acuático no comenzará la Liga hasta enero, después del Mundial de Perth, pero seguirá con muchos croatas, yugoslavos, ucranios, rusos y húngaros en los equipos.

Mientras hay cubanos por muchos sitios, existen otras concentraciones curiosas de países. La Liga de fútbol sala es de Brasil, con los 26 extranjeros de este origen. Incluso tres anteriores ya están nacionalizados, junto al paraguayo Carosini. En la selección española actual juega Paulo Roberto, lesionado en el último Mundial, en el que sí estuvo Ferreira.

El hockey patines no tiene nacionalizados, pero sí 12 extranjeros y con mayoría absoluta argentina. Siete, que podrían ser ocho pues Gabriel Cairo tiene ese origen, aunque nacionalidad italiana. En béisbol, también sin nacionalizados, la mayo ría de foráneos ha sido nicaragüense, seguida por dominicanos.

El tenis de mesa ascendió a la primera categoría mundial en los últimos campeonatos gracias al chino Ha Zhi Wen. El jugador de La General de Granada ya pudo jugar por España al estar en trámites una nacionalización que se quizá se concrete a finales de este año. Él mismo, que lleva 10 años en nuestro país, quedó entre los ocho mejores individuales. Es uno de los ocho jugadores chinos -cuatro hombres y cuatro mujeres- mayoría en los 17 extranjeros de las Ligas nacionales.

En el rugby, apenas hay una decena de extranjeros, pero como hubo seleccionador neozelandés -ahora es el ex internacional Alfonso Feijoo-, hay mayoría de jugadores de las antípodas. Tres en el Ciencias de Sevilla y otro, con un jugador de Fiyi, en el Cisneros. Steve Tuineau (Santboiana) incluso ya es español y está concentrado para los próximos partidos de clasificación para la Copa del Mundo. El flanker ucranio del Canoe, Alexander Chamalo ha sido descartado ahora, pero es español como su compañero Andrei Kovalenko.

Por último, quedan casos sueltos. Alexei Shírov, el séptimo ajedrecista mundial, de origen ruso, es español y ya ha jugado con el equipo nacional. Y Oleg Shelestenko, el piragüista ex soviético afincado en Asturias, es un finalista habitual, rozando incluso medallas, con José Alfredo Bea en las finales olímpicas y mundiales del piragüismo en canoa canadiense.

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