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Una plataforma progresista da 99 razones para cambiar de alcalde

Crítica rotunda a la derecha municipal. Autocrítica abierta de la izquierda. Alternativa, recuperar la alcaldía para la izquierda en Madrid. ¿Cómo? Con imaginación. ¿Por qué? Por 99 razones: privatización de casi todo, subida real de impuestos, rapiña recaudatoria, tunelización de la ciudad, recortes drásticos del gasto social... Tal fue el corolario de la conferencia convocada ayer en un hotel madrileño por la plataforma progresista No Nos Resignamos, que, bajo el lema 99 Razones para cambiar de Alcalde, reunió a una nutrida asistencia.En la mesa, Juan Ignacio Crespo, de la organización convocante; dirigentes del PSOE, como Jaime Lissavetzky y el alcalde de Getafe, Pedro Castro; de IU, el regidor de San Sebastián, Angel Requena, y, José Luis Nieto, senador; un arquitecto independiente, Ricardo Aroca; el cronista Moncho Alpuente; la presidenta madrileña del PDNI, Isabel Vilallonga, y dos invitados foráneos, el catalán Jaume Bosch, vicepresidente de la diputación de Barcelona, y Miguel Coelho, responsable de la política municipal socialista de Lisboa, la capital portuguesa. Estos dos invitados subrayaron que la unidad de la izquierda, preelectoral o poselectoral, es posible y eficaz, como lo ha sido en Barcelona y Lisboa.

Las intervenciones tuvieron dos denominadores comunes: el primero, la convicción compartida de que Madrid no merece ni un Gobierno municipal ni un alcalde de derechas como José María Álvarez del Manzano, cuya gestión calificaron de consuno como 99 veces desastrosa "por convertir la ciudad en un negocio privado". El segundo, la necesidad de "echarle de la alcaldía por procedimientos democráticos, claro", para recuperarla en 1999.

Los conferenciantes expresaron su certeza de que la izquierda progresista necesita candidatos con ascendiente social, en mayor medida que su predicamento interior en los partidos.

Todos se mostraron de acuerdo en resaltar la tradición unitaria de la izquierda, cuya alianza municipal asociaron a los mejores días de la ciudad.

Con un ¡Boa sorte!, en portugués, se cerró el acto.

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