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"No entienden el éxito del BNG porque ignoran la historia

Xosé Manuel Beiras, portavoz del Bloque Nacionalista Galego (BNG), con los resultados de las elecciones aún calientes, no cerrados del todo -"el voto emigrante nos puede restar un diputado a favor del PP"-, atribuye las reticencias que causa el éxito del nacionalismo en Galicia a un desconocimiento de la Historia de España y de Galicia. No duda de que, en cualquier caso, en Galicia se abre una nueva etapa en la que el BNG va a desempeñar el principal papel político de la oposición.

Pregunta. El acceso del BNG suscita preocupación en Madrid.

Respuesta. El nacionalismo gallego no es de ahora. Hay un gran desconocimiento de la realidad sociopolítica y, por desgracia, un nivel cultural muy bajo en la clase política española. Y en el aparato del Estado, incluidas las cúpulas de los partidos, hay unos reflejos jacobinos bestiales. Si se conociera bien la Historia de España, se vería que, desde principios del siglo XIX, los proyectos de Estado con más conocimiento de causa y más ajustados para su utilidad surgen siempre de la periferia, sea el protonacionalismo. gallego o las aportaciones literarias del tardofranquismo como las de [Jordi] Solé Tura. Ahí vemos Cómo se configura el Estado español y cómo de las nacionalidades históricas emanan las fórmulas y enunciados más creativos sobre esa configuración. Pero es más fácil mantener un concepto unitario del Estado y aceptar las otras realidades no por un proceso de análisis, sino por la fuerza de los hechos, sea el nacionalismo catalán hace unos años o ahora el gallego que no aciertan a explicarse.

P. ¿El éxito del BNG obedece a que ha asumido un tono de moderación?

R. Estamos en lo mismo. Esa interpretación es una consecuencia del desconocimiento, de la falta de información. Es una lectura caricaturizada. El BNG nace como un proyecto en una realidad. El proyecto se ha ido desarrollando en estos 15 años, incorporando nuevos contingentes del nacionalismo organizado, diferentes de los que había al principio, netamente de izquierda. Y la apertura no se realiza por la izquierda, lo cual modifica el eje de fuerzas inicial. Pero no es que se haya producido una moderación coyuntural, sino que responde al proceso del proyecto, que se desconoce fuera.

P. ¿Crece el BNG porque aumenta la conciencia nacionalista del electorado o porque recibe votos de izquierda no necesariamente nacionalistas?

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R. El crecimiento del Bloque no es paralelo al del voto ideológicamente nacionalista. En Galicia hay una alta conciencia, a nivel sensorial y sentimental, de identidad propia, diferenciada. Además, al BNG llegan votos que no asumen su ideología nacionalista, pero que pertenece a sectores socioeconómicos muy castigados que encuentran en el Bloque la única opción que no se hipoteca con compromisos a nivel de Estado o de estrategia europea que abundan en su castigo.

P. Fraga parece que tiende la mano a la colaboración. ¿Están ustedes dispuestos a aceptarla?

R. Quien tendió la mano sistemáticamente fue el BNG desde la primera sesión de investidura de Fraga. En el segundo debate de investidura, él repitió su oferta. Nosotros nos mostramos de acuerdo pero... hasta hoy. Más aún, en los últimos tiempos actuó con auténtica agresividad contra nosotros. Estamos abiertos a colaborar y a todo lo que sea dialogar en tomo a la defensa de la ciudadanía gallega, pero la práctica del PP demuestra que sólo buscan la adhesión sin condiciones. Deberemos tener más elementos de juicio que declaraciones.

P. ¿Cómo se explica que el PP no sufra electoralmente ningún desgaste de poder?

R. Tienen muchísimo desgaste de poder. Lo que sucede es que no se manifiesta electoralmente porque tienen ocupada la sociedad con un control monumental, y en los últimos meses ejercieron un chantaje sin precedentes sobre la ciudadanía. Y existe un segmento importante del electorado que vota poder y que, para dejar de hacerlo, debe contar con una altemativa de peso, que el BNG no puede ofrecer en solitario. Ahí falló la táctica del PSOE, que sin dejar de afirmar su alternativa, pudo subliminalmente dar a entender que podíamos llegar a una solución de gobierno. No lo hizo e impidió el traspaso de ese voto.

P. ¿Los resultados obligarán al PSOE a replantear su política?

R. No quiero ejercer de pitonisa, y hay elementos que abren incógnitas a las que no puedo responder. Por una parte, si la dirección estatal consiente y asume, como parece, el experimento en Galicia, Francisco Vázquez tiene esa cobertura. Por otra, dentro del PSOE gallego hay gente que se mostró crítica con el experimento, y no creo que ahora se quede parada. Algo, no obstante, tendrá que pasar por la propia dinámica interna en el partido.

P. ¿Y que opinión le merecen los resultados de IU?

R. Recibió oxígeno para su crisis en el Estado, porque el experimento que proyectaba torpedear aquí ha fracasado, lo que reafirma, los criterios de Anguita.

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