Carlos Alberto Silva, destituido como entrenador del Deportivo
El técnico brasileño Carlos Alberto Silva fue destituido ayer de su cargo de entrenador del Deportivo. El club, uno de los más poderosos económicamente, marcha 15º en la Liga, y el miércoles sufrió una humillante derrota en Riazor ante el Valladolid. La plantilla le criticó con dureza, y la directiva decidió que debía ser sacrificado. El segundo técnico, José Manuel Corral, se hará cargo provisionalmente del equipo.
Aunque el presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, había declarado previamente que no era el momento para tomar "decisiones drásticas", a las 21.00 de ayer Carlos Alberto Silva acudió a las oficinas del club sabedor de que seria su última reunión con la directiva. Ya por la mañana los directivos Roberto Veira y Javier Chaver le habían visitado en el vestuario para transmitirle la idea de los inostenible que era su situación. Por la tarde el asunto se limitó a llegar a un acuerdo sobre las cifras de la rescisión. Silva, llegado en enero pasado en sustitución de John Benjamín Toshack en un principio para seguir sólo hasta junio logró una prórroga de su contrato por una temporada más.Pero esta temporada, que se inició con las mejores perspectivas, estaba siendo nefasta. El club fue eliminado por el Auxerre en la primera ronda de la Copa de la UEFA y en seis partidos de Liga, sólo ha conseguido una victoria. Silva vivía momentos muy bajos. Hasta tenía que ver cómo se le rebelaba gran parte de la plantilla.
"Este equipo es una puta mierda; físicamente estamos bien pero organizativa y tácticamente nos encontramos muy mal; la desorganización en el centro del campo es clave, no podemos perder la cabeza de esta manera", dijo el defensa Nourredine Naybet al término del encuentro ante los castellanos.
El lateral Armando también apuntó en la misma dirección. "Ante el Valladolid, no tuvimos las ideas claras; pecamos de precipitación y nerviosismo", confesó el carrilero blanquiazul.
Mauro Silva, el capitán del Deportivo, buscó consuelo en la Liga italiana y subrayó que el Milan de Fabio Capello "también cuenta con excelentes jugadores y está en una situación muy parecida a la nuestra".
Sin embargo, el enfado de la directiva y la pérdida de confianza en Silva, el cuarto técnico de la era Lendoiro, han sido decisivos. El regreso de Madar a los entrenamientos sólo puede entenderse en clave de un monumental enfado de la directiva. Desde que el delantero francés fuera expulsado del equipo en la pretemporada tras protagonizar un enfrentamiento con Silva, el técnico se negó a aceptar al jugador.
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