Cambio de identidad

Fresno del Torote, un pueblo que nació en la Edad Media en tomo a un árbol centenario, está a punto de desaparecer por estar demasiado cerca de chalés con jardincito y césped. Este pueblo, distante 13 kilómetros de Alcalá de Henares, ha pedido de forma oficial a la Comunidad que le permita cambiar el nombre del municipio, que dejaría de llamarse Fresno del Torote (20 habitantes) para convertirse en Serracines, tal y como se denomina la pedanía donde se levantan seis urbanizaciones, donde residen diariamente 500 vecinos, y en verano, 2.500. Un pleno municipal celebrado hace un año así lo acordó.Pero la Comunidad no se muestra demasiado favorable al cambio. El director general de Administración Local, Alejandro Sanz, efectuó ayer una contrapropuesta al alcalde, Agustín García-Nieto: unir los dos topónimos mediante un guión. El pueblo pasaría a llamarse entonces Serracines-Fresno del Torote.La enorme diferencia de población entre ambos núcleos llevó a las autoridades municipales a trasladar, hace 12 años, el Ayuntamiento desde Fresno hasta Serracines. Fue el principio del fin para el núcleo original.

El año pasado, el pleno municipal decidió dar un paso más: aprobar el cambio de nombre. La entonces alcaldesa, Alicia Mateo, independiente, trasladó la petición a la Comunidad. Pero, el pasado junio, Mateo perdió la alcaldía. Fue sustituida por García-Nieto, que ahora lleva las conversaciones con la Comunidad. "Es cierto que el pleno aprobó hace un año el cambio, pero yo tengo mucho cariño a Fresno. No me gustaría que el pueblo dejase de llamarse así, aunque así lo aprobase el pleno. Voy a llevar la propuesta que nos ha hecho Alejandro Sanz [unir ambos nombres con un guión] al pleno, para que allí volvamos a discutirla".

El director general de Administración Local quiere que el cambio oficial del topónimo se haga efectivo, como muy pronto, el próximo año. "Podríamos gestionar ya mismo el cambio de nombre con la legislación actual, pero sería bastante laborioso., Tendríamos que mandar el expediente al Consejo de Estado, y de allí, a la Real Academia de la Historia. Posteriormente, el Gobierno regional daría su visto bueno. Sin embargo, si esperamos a que la Asamblea de Madrid apruebe a finales de año la nueva Ley de Administración Local, los trámites serían menores. Todas las competencias para realizar los cambios las tendría la Comunidad, con lo que todo sería más sencillo".

Sanz reconoció ayer que no es partidario de cambiar el nombre de los pueblos. "Se pierden viejas denominaciones y una parte de la historia". El actual alcalde está de acuerdo, pero el pleno municipal, no.