El Oviedo gana por oficio

El Salamanca no sabe ganar en su casa. Ayer disputó un partido con un guión previsible ante el Oviedo, que se supo ganador en El Helmántico desde el primer minuto del choque. Cinco minutos fueron suficientes para que los ovetenses crearan dos peligrosas ocasiones, se ordenaran sobre el terreno de juego y endosaran una dosis de miedo al Salamanca que no le abandanó hasta la segunda parte, cuando ya iban por detrás en el marcador.El Oviedo obtuvo la recompensa a su constancia, a su oficio y a su juego fácil y de memoria en los últimos minutos de las dos partes. Fueron hachazos finales que podrían haber llegado en cualquiera de los múltiples despistes de los que hacen gala los charros en su vuelta a Primera.

Ni Andoni Goikoetxea ni su equipo han encontrado su sitio en esta Liga de las Estrellas. El Salamanca se atascó, el público también, no hubo juego por las bandas, no hubo intensidad, ni claridad de ideas, tampoco coordinación ni apenas ocasiones. El Salamanca sólo exhibió un buen recital de patadones y de impotencia. El Oviedo sólo tuvo que esperar a que llegara lo previsible. Tras el primer gol, el guión marcaba un Oviedo más replegado ante un Salamanca más aguerrido pero sin ideas y con un poco menos de crédito para Goikoetxea. La última página la escribió Juan González con un gol que da más brillo aún a la luz de emergencia que se ha instalado en el vestuario salmantino.