_
_
_
_
Entrevista:Gerry Adams | Líder del Sinn Fein

"Londres tiene que cambiar de actitud"

Cuando Gerry Adams regrese hoy al Castillo de Stormont encabezando la delegación del Sinn Fein en la crucial fase de negociaciones del proceso de paz en el Ulster, lo hará bajo la más atenta mirada de Londres, Dublín y Washington. Sus palabras serán sopesadas con extraordinario cuidado. De ellas podría depender un plan minuciosamente elaborado para que el primer ministro Tony Blair dé un salto histórico y acepte protagonizar la primera reunión de un jefe del Gobierno británico con el principal exponente del frente político del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Sería a todas luces un formidable espaldarazo al proyecto de paz del Sinn Fein sobre el cual sus adversarios protestantes y probritánicos han volcado toneladas de dudas y recelo.Un anuncio oficial del encuentro Blair-Adams aún no ha surgido de Downing Street. Si Adams está preocupado por la más mínima posibilidad de un desaire de último momento, lo disimula muy bien. El líder del Sinn Fein, que cumplió, ayer 49 años, acudió como todos los días al cuartel general de su partido no lejos de Falls Road, la combativa calle republicana donde ondea la tricolor irlandesa y cuyos murales nacionalistas le dan pleno color al barrio pobre de Belfast donde los muertos del IRA son venerados como héroes y donde los soldados británicos sólo se atreven a salir en patrulla y con tanquetas blindadas.

Para Adams, el futuro de la causa nacionalista de Irlanda ha llegado. En esta entrevista con EL PAÍS habla con detenimiento de la historia del conflicto más antiguo de Europa, culpa a los británicos y denuncia a los unionistas protestantes aliados de Londres. Pero, sobre todo, sostiene una y otra vez que ha Regado la hora del diálogo. Tanto con sus enemigos unionistas, algunos de los cuales, dice, están a punto de emprender una campana de asesinatos, como con los republicanos dispuestos a hacer saltar el proceso de paz por los aires."Tenemos esperanzas incluso a sabiendas de que el proceso es problemático. El mayor punto es que hay una necesidad de cambio. Depende de todos. Los problemas que hay son sintomáticos de la resistencia a cambiar. Los británicos vieron siempre el conflicto como una cuestión de seguridad y trataron a los católicos como ciudadanos de segunda clase", dice. "Tratar el conflicto de Irlanda del Norte como un problema de seguridad fue su estrategia principal. Todo es seguridad. Ahí están las cárceles, la militarización, las leyes especiales, las matanzas. Hay que construir una solución capaz de cambiar las cosas. Paz se obtiene por el camino de la justicia y de los principios democráticos", agrega.

Pregunta: Mañana [por hoy] podrá ver si hay o no perspectivas de cambio...

Respuesta: Esa es nuestra esperanza. Tony Blair tiene que actuar por encima de los obstáculos erigidos por John Major. Hay una diferencia de estilo y hoy tenemos una oportunidad histórica sin precedentes para construir la paz. Las cuestiones son solucionables si todos y cada uno nos ponemos a trabajar en ellas, si, hay voluntad política.

P: Usted ha dicho en incontables oportunidades que sin la unificación de Irlanda y la retirada de las tropas británicas del Norte jamás habrá una solución. No se ven cambios, ni siquiera retóricos, en esa dirección.

R.: Londres tiene que cambiar de actitud. La política británica nunca ha sido neutral, por más que los británicos quieran creerlo. Han ido sosteniendo que el conflicto aquí es producto de tensiones tribales y atribuyen sus orígenes a factores sectarios. Aunque la actual generación de líderes británicos no es responsable del conflicto, los líderes británicos de hoy tienen que admitir que fue el Gobierno de Londres el que colocó a los unionistas en esta posición y los puntos de referencia entre superior e inferior. Lo que se necesita es un cambio fundamental. Se han probado muchas fórmulas, pero ninguna ha funcionado.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

P.: ¿Piensa que para conseguir sus objetivos el Sinn Fein tendrá que hacer sacrificios como el de pasar temporalmente la cuestión de la unificación de Irlanda a un segundo plano, al menos mientras se redondea el proyecto en Stormont?

R.: No, no y no.

P.: ¿Y si se registra un retorno a la violencia?

R.: Para terminar con la violencia hay que crear alternativas a la violencia. Por eso es importante crear permanentemente las alternativas y tener en cuenta cuales han sido las cuestiones que provocaron el conflicto. Y esas cuestiones ya están en la agenda porque nosotros las hemos puesto ahí. Que se discutan. En las negociaciones hay que escuchar. La oportunidad de construir una paz es para todos. Nosotros estamos dispuestos a escuchar. No tenemos el monopolio de la sabiduría.

P.: ¿Le pregunta usted al IRA si está satisfecho con los términos de la tregua, si piensa seguir observándola, si tiene o no dudas acerca del proceso?

R.: El IRA ha estado hablando de un cese de hostilidades desde 1994 y creo que su iniciativa es genuina. Ha sido una buena tregua de año y medio. Bajo cualquier molde. Una buena tregua. Una tregua con negociaciones. En su momento no podía imaginar un cese del fuego similar en Oriente Próximo, en Bosnia, Suráfrica o Centroamérica,por ejemplo.

P.: ¿Es sólido ese compromiso?

R.: El IRA ha asumido un compromiso. No estaba obligado a hacerlo, pero lo hizo. Esa actitud es un desafío para nosotros los negociadores, un desafío para los británicos y también un desafío a las organizaciones [republicanas críticas del IRA] que hasta hace poco decían "el IRA se ha equivocado". Ahora está en manos de todos los que denuncian y acusan al IRA que la alternativa que propone está ahí.

P.: Pero no todas los grupos armados republicanos están haciendo caso al IRA. Hace tres semanas el Consejo de Continuidad Militar [escisión radical del IRA] destruyó de un bombazo una comisaría en la aldea de Markethill. Al día siguiente, usted, a la cabeza de la delegación de Sinn Fein, acudió a la sesión inaugural del nuevo ciclo de conversaciones de paz en Stormont. ¿Puede usted o el IRA impedir las aciones de esa organización o, por dar un ejemplo, las del Ejército Irlandés de Liberación Nacional (INLA)?

R.: Lo que puedo hacer yo es anunciar que estoy dispuesto a reunirme con esos grupos. Es importante tenerlos en cuenta para hacerles seguir la lógica de una solución que pase por un proceso propiamente democrático.

P.: ¿Ya ha hecho ese anuncio?

R.: Si.

P.: ¿Y?

R.: No he, tenido respuesta y francamente no creo que me respondan. Pero aquí hay que tener en cuenta algo. Es lógico que la atención se haya concentrado sobre Markethill. Pero hay que hacer notar que cuando se produjo el atentado, los unionistas habían matado a diez personas del campo republicano. Hay que poner fin a esto. Claro que para mí, como parte involucrada en este proceso me es más fácil hablar de paz. Pero ¿qué decir sobre, por ejemplo, un joven de 19 años que vive sin posibilidad de cambio visible? ¿Un joven que vive rodeado de y acosado por soldados británicos? ¿Qué decir de las prisiones? ¿Qué de la chicanería de la Política británica? ¿No deberían tenerse en cuenta estos factores?

P.: ¿Existe una deliberada política de provocación permanente?

R.: No, de estupidez.

P.: Hace dos días usted denunció que paramilitares protestantes probritánicos del Loyalist Voluntary Force (LVF) preparan una campaña de asesinatos de altos miembros del movimiento republicano y sus familias. ¿Cómo de fiables son sus fuentes?

R.: Total y absolutamente fiables. Mi papel es el de infundir tranquilidad, pero en este caso debo hacer saber a la gente que el peligro existe. La amenaza es real. Mi advertencia es para que estén alertas. En el mejor de los casos, quizás también contribuya a desanimar temporalmente a esos elementos.

P.: En Londres se da por hecho que el primer ministro Tony Blair podría venir a Belfast. en cualquier momento. Uno de sus propósitos es hablar con usted. ¿Que dimensión otorga a ese encuentro, aparte, claro, de su carácter histórico ya que sería el primer encuentro del Sinn Fein con el jefe del gobierno de Londres?

R.: Blair conducirá al Reino Unido hacia el nuevo milenio y ahora tiene una oportunidad en Irlanda. Ha respondido positivamente. Él mismo lo dijo, existe una oportunidad de paz por primera vez en más de 70 años, la primera desde la partición de Irlanda en 1920. Yo espero que Blair esté a la altura del desafío representado por las grandes cuestiones en la agenda. Primero: la cuestión constitucional, luego la desmilitarización de todos y finalmente la cuestión de igualdad. Los católicos seguimos aquí sin beneficiamos de la democracia. Vivimos en un estado de emergencia permanente. Con el Gobierno de Blair debemos abordar cuestiones sociales, económicas y culturales.. Blair tiene la oportunidad de actuar como catalizador del cambio y dotar de dinámica a este proceso.

P.: Blair puede pedirle a cambio que el Sinn Fein sea garante de una tregua sólida, permanente...

R.: No creo que ello ocurra. Blair sabe que lo que se necesita aquí es la resolución de un conflicto. Es un riesgo. Traer la paz aquí es un negocio con riesgos, pero que tiene que ser enfocado. La posición de Blair es favorable. Llega al poder después de 19 años de gobiernos conservadores.

P.: Se lo han preguntado mil veces, pero ¿cual es su relación con el mando del IRA? ¿Hay contacto regular entre Sinn Fein e IRA?

R. : No tenemos relaciones orgánicas con el IRA. Martin MeGuinness [número dos del Sinn Fein] y yo fuimos a hablar con ellos para plantearles una proposición a mediados de julio, uno o dos días después de que restablecieron la tregua. Y lo hicimos convencidos de que obtendríamos una respuesta positiva. Creo que el IRA nos esa dando una brillante oportunidad, a nosotros y a la gente que puede ser escéptica o cínica con respecto al proceso de paz.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_