"Pido perdón, soy el culpable"

Davor Suker no era ayer el jugador altivo o enfadado de la pasada temporada cuando las cosas no le salían bien o cuando le sustituían. Suker era ayer otro. Se sentía mal y no dudó en reconocerlo. Con la cabeza gacha habló del penalti que falló y de su nueva sustitución" pero lo hizo como un jugador humilde y cabizbajo: "Pido perdón, yo soy el culpable de que hayamos perdido dos puntos. He tirado mal y por eso ha parado el portero". Cuando levantó la mirada después de pronunciar estas palabras, sus ojos estaban humedecidos. "Intento hacerlo lo mejor posible pero no tengo portería. En estos momentos estoy aquí porque hay que dar la cara".Mientras Suker hablaba, llegó a su lado Christian Panucci, quien, al oírle autoculparse de lo sucedido, empezó a hacer gestos de que no era así. Luego al ver emocionado al croata le disculpó: "Es normal que esté así de emocionado, lo está pasando muy mal".

Suker, en esos momentos de sinceridad, ahondó aún más en su estado de ánimo: "Intento estar tranquilo pero esto es muy duro. Esta noche voy a tener problemas para dormir". No quiso en cambio hablar de las jugadas polémicas que se produjeron durante el partido ante el Deportivo: "Lo único que sé es que si no hubiera fallado ese penalti ahora tendríamos dos puntos más".

El público del Bernabéu, que en algunas fases del partido pitó y protestó el juego de Suker le aplaudió en cambio cuando fue sustituido por Morientes: "Al público le doy las gracias. Sólo les puedo decir que voy a seguir trabajando para marcar".

Pedja Mijatovic, protagonista de dos de las jugadas polémicas: Un supuesto penalti que le hizo Songo'o y un gol que le anuló el árbitro por posible fuera de juego, sí habló de ellas: "Fue penalti. Ningún jugador que está solo a puerta vacía pide penalti si no lo es. Si el árbitro lo hubiera pitado el partido habría cambiado entonces radicalmente".