Hechos
Querido Joaquín Cortés: éstos son los hechos: Las Ventas, uno setenta de estatura, fila 19, 4.000 pesetas de entrada y no vi nada, mejor dicho, sólo vi de caderas para arriba. En cualquier espectáculo de danza es imperdonable no ver de cabeza a los pies a los artistas, pero en ninguno tanto como en el flamenco, donde a veces sus tacones es lo único que importa.Imperdonable fue aplaudir a un, excelente bailaor solista cuyo nombre, no conozco porque, a pesar del precio de la entrada, no hubo presupuesto para editar un miserable programa. Para colmo, las pantallas, único reducto al que, espectadores cautivos, podíamos a ratos dirigir nuestras miradas, de vez en cuando cortaban la transmisión para emitir publicidad de su marca. -
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