Los caballeros, de chaqué; las damas, con traje de calle

El protocolo es rígido con los caballeros y permisivo con las damas. La invitación pide chaqué para ellos -negro o gris- y traje de calle para ellas. Las señoras tendrán más libertad para elegir: vestido de una pieza o traje de chaqueta. El otoño también permite variedad; dicen que abundarán entre las invitadas los tonos beis y los azules, y que la Reina irá de color berenjena. En Sevilla hubo muchas mantillas, en Barcelona parece que habrá más sombreros y pequeños tocados.Mientras que las señoras han acudido a los grandes modistas, los señores en muchos casos han optado por el alquiler. Iñaki Urdargarín se ha puesto en manos del diseñador Conti. Otros invitados han llevado a la tintorería el atuendo que ya lucieron en la boda de la infanta Elena.

Los vestidos que más se van a ver son los de línea recta, así como los trajes de chaqueta con falda larga y superposición de capas. Entre los tejidos, los más nobles: sedas, terciopelos, organzas... Pero siempre la sobriedad destacará por encima de cualquier otro aspecto. Margarita Nuez, autora de muchos de los conjuntos que ha lucido la reina Sofía, asegura haber realizado encargos muy especiales. "Sobre todo he empleado muchas sedas naturales y terciopelos; colores alegres pero matizados, entre los que destacan los azules y verdes; líneas simples y escotes discretos", afirma Nuez.

De Armani algunas han tomado la austeridad del traje de chaqueta y los tonos oscuros de su colección actual, las faldas rectas de lino y raya diplomática a juego con chaquetas de seda. También las clientas de Lydia Delgado han buscado en sus diseños la sencillez de la forma. "Por lo general, han entrado pidiendo algo sencillo y la mayoría ha salido con el traje de chaqueta en versión vestido y chaqueta larga, tipo frac". Entre los colores más habituales, negro con marfil, lila, burdeos, azul antracita y marrón carmelita. Y algún rojo: Antonio Miró ha conseguido colocar, uno de terciopelo, y Lydia otro.

Los vestidos que más se verán serán de manga corta, largos hasta media pierna y combinados con blazers a tono. Peter Aedo, que ha diseñado entre otros el de Marta Ferrusola, asegura que entre sus creaciones habrá cuerpos de encaje, faldas con múltiples capas de organza y un espléndido modelo bordado en azabache. Las transparencias, aunque discretas y modositas, también irán de boda: Josep Font las ha colocado encima de las faldas largas hasta los pies, de vestidos con tirantes, adornadas con bordados de terciopelo y sobre escotes cuadrados. Purificación García ha antepuesto la comodidad a la moda, y todos sus diseños, unos 20 para la ocasión, se mueven con fluidez y respetan los tonos cálidos.

También las sastrerías han tenido trabajo extra para hacer camisas por encargo. Los alquileres de ropa de etiqueta han aumentado en un 20%. El chaqué, que en establecimientos como Moss Bros se alquila por 12.000 pesetas, lo entregan a domicilio el mismo día de la boda, listo y como nuevo. En cuanto a los complementos, los bolsos van a ser pequeños; los zapatos, de piel y forrados, y dadas las características de la boda, las joyas serán discretas.