Ingleses, pero quieren tocarla
Sin la alcurnia del Manchester United, Liverpool o Arsenal, el Aston Villa es un clásico del fútbol inglés. Su historia está plagada de periodos oscilantes. Dirigido por Brian Little, un hombre de la casa, había despertado grandes expectativas esta temporada, pero el equipo no termina de arrancar. Little propone un juego más elaborado de lo habitual en Inglaterra, con un buen trato de la pelota, aunque no se desdeña el juego aéreo para los poderosos Collymore y Milosevic.La defensa es más permeable de lo que se espera en un equipo que cuenta con el internacional inglés Southgate, con el veterano Staunton, con el lateral portugués Fernando Nelson y con el poderoso Hugo Ehiogu.
En el medio campo, Draper es un jugador de clase. Juega con calma y sentido, pero con una sola velocidad. No se implica demasiado en tareas defensivas. A su lado, Taylor hace una función laboriosa, lo mismo que el veterano y consistente Andy Townsend. El yugoslavo Sasha Curcic tiene ingenio y un carácter tan difícil que le impide mantenerse como titular.
En la delantera hay pegada, pero no se acaba de concretar. Stan Collymore es una vieja esperanza del fútbol inglés. Es potente, grande y directo. Le falta precisión, habilidad y categoría para definir. El peligro es el caribeño Dwight Yorke, un futbolista ágil y regateador que se mueve por todo el frente de la delantera y tiene gol. A Antic le encanta. La otra alternativa es Milosevic, que es yugoslavo pero parece inglés. Juega de espaldas a la portería, fuerte y siempre se perfila para disparar con la izquierda.
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