Paris atribuye al régimen de Zerual responsabilidad en la violencia

El primer ministro francés, Lionel Jospin, corresponsabilizó al Gobierno argelino de la violencia que se vive en ese país, rompiendo así con la postura oficial ausente de críticas al Ejecutivo de Argel mantenida formalmente por Francia. "Nosotros no estamos ante el Chile de Pinochet cuando los demócratas luchaban contra un poder dictatorial", afirmó el primer ministro francés. "Nosotros estamos contra una oposición fanática y violenta que lucha contra un poder que utiliza de cierta manera la violencia y la fuerza del Estado. En esas circunstancias", subrayó Jospin, "nosotros estamos obligados a ser, efectivamente, bastante prudentes".

El distanciamiento público del Gobierno francés respecto al comportamiento de las autoridades de Argel se produce cuatro días después de que el Grupo Islámico Armado (GIA) reivindicara las últimas matanzas y amenazara a Francia tras atribuir a ese país una posición de apoyo al Ejecutivo argelino.

En declaraciones efectuadas a la televisión francesa TF-1, Jospin indicó que su Gobierno tiene grandes dificultades para comprender qué es lo que pasa en Argelia. "Vemos un terror espantoso", indicó, "una violencia escandalosa que se desarrolla contra la población, pero nos resulta extremadamente difícil identificar qué es lo que está pasando verdaderamente". Aunque Jospin no fue más explícito, es fácil deducir que sus palabras se alimentan de la sospecha, compartida en los ambientes diplomáticos, de que los asesinatos masivos de la población civil cuentan con la pasividad del sector del Ejército argelino opuesto a todo contacto negociador con los fundamentalistas.

Tras expresar su solidaridad con los argelinos, Jospin anunció una mayor flexibilidad en la política de concesión de visados para "aquellos que temen por su vida en Argelia". Dijo que el Gobierno francés debe asumir sus responsabilidades, pero "teniendo en cuenta la necesidad de preservar también a la población francesa."