Broadway en el parque

Los paseantes ocasionales del parque de la Comunidad de Madrid de Alcobendas (83.000 habitantes) se encontraron ayer de repente asaltados por cuatro mujeres de la limpieza que les barrían los pies y bailaban al ritmo sensual de la banda sonora de Nueve semanas y media. No se trataba del enloquecimiento colectivo de las empleadas municipales de limpieza, sino del inicio del montaje Potaje de corcheas, que el grupo teatral Druida puso en escena en dos de los parques de la localidad.Lo que se pretendía era mostrar ante los ciudadanos de Alcobendas, de la que son vecinos todos los componentes del grupo, la obra con la que el pasado mes de julio ganaron el primer premio en el Festival de Teatro Aficionado de Galmaarden, en Bélgica:"Queremos enseñar a nuestro pueblo el teatro que hacen sus vecinos. Es una forma de compartir el premio que hemos tenido", afirmaba uno de los inte-

grantes del grupo. "El verdadero teatro está en la calle con el público", añadía.

La gente disfrutó con el montaje, aunque algunos se mostraron extremadamente sorprendidos: "Lo que menos te esperas es que vengas un rato a leer el periódico al parque y de repente puedas ver una obra musical", aseguraba Marcos García, de 32 años.

Y es que Potaje de corcheas es un musical en toda regla, aunque bastante peculiar. Durante toda la obra, un grupo algo excéntrico de actores, directores y demás fauna cinematográfica se esfuerza por realizar un musical, pero todo sale mal. Mientras, a sus espaldas, las cuatro señoras de la limpieza son las que van realizando todos los números musicales.

El éxito en Bélgica de Potaje de corcheas se produjo en la segunda participación de Druida

en ese festival: "El año pasado ya nos invitaron y algo debió de gustarles porque este año nos dijeron que volviéramos con este nuevo montaje", relata Ángel Bailón, de 35 años, uno de los veteranos del grupo. Francisco Bueno, que actúa normalmente como director de los montajes, asegura: "Ahora tenemos hasta tres grupos distintos trabajando en diferentes montajes".

Durante tres cuartos de hora, los integrantes del espectáculo asaltaron al público, algo escaso en el parque de la Comunidad de Madrid pero numeroso en el parque de Cataluña, con mímica, gritos, caídas, risas y música, sobre todo música. Boleros, bandas sonoras famosas y hasta soul sirvieron para que las señoras de la limpieza deleitaran al público.

"Ahora ya estamos lanzados a la fama", bromeaba otro de los integrantes del grupo. "A ver si le quitamos el puesto al Teatro de la Danza", concluía refiriéndose a la compañía titular del Teatro Auditorio Ciudad de Alcobendas.