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Entrevista:

"Con tantas obras, Madrid tiene más cráteres que la Luna"

Desconoce su talla de escafandra y se prepara para entrar en órbita ligero de equipaje. "Sólo nos dejan llevar 300 gramos, un libro pesa casi más". Pedro Duque debía tener seis años cuando el hombre pisó por primera vez la Luna. Ahora tiene 34 y mucho más que un sueño a punto de cumplirse. Si las cosas salen como Duque espera, el gran día llegará con. el año que viene, cuando la Agencia Estatal Europea colabore en un vuelo de la NASA y nuestro hombre sea uno de los tripulantes del próximo convoy hacia las nubes. Pedro Duque es madrileño, del barrio de San Blas, y antiguo hincha del Atlético de Madrid. Entre sus aficiones está la búsqueda de sensaciones en dirección contraria, por ejemplo buceando, además del placer que le produce conducir su coche en el Madrid atascado de las irritantes horas puntas.Pregunta. Suponemos que no tiene miedo. ¿Cuál es la sensación?

Respuesta. ¿Cómo que no? Digo lo que los toreros: el que no tiene miedo es porque no vale. Hay que estar siempre alerta y consciente de que viajas sentado sobre 2.000 toneladas de explosivos. Un fallo aquí no es cualquier cosa.

P. ¿Se considera usted un superhombre?

R. En absoluto. Lo que pasa es que hay muy poca gente que vuele al espacio y yo me encuentro entre quienes están a punto de conseguirlo. Las cosas que hacen unos pocos siempre parecen espectaculares. Admiro mucho a esos aventureros que se van a descubrir la selva en una balsa. Yo sería incapaz.

P. ¿Hay alguna hazaña urbana que le guste practicar?

R. Conducir por las calles más estrechas de Madrid en plena hora punta, algo que los americanos no pueden entender. Los semáforos, el barullo, esa forma tan latina de conducirme resulta emocionante.

P. A los cinco años ya quería usted ser astronauta. ¿Le tomaban en serio?

R. Ni en serio ni en broma. Era la típica aspiración infantil. Es cierto que siempre pensé en ello, pero sin obsesionarme. Comencé mis estudios de ingeniería aeronáutica y esperé a que sonara la flauta. Por fin, un buen día, sonó.

P. ¿Nota Madrid muy cambiado en, cada. visita?

R. En 1986 me marché a vivir a Alemania, y hasta 1991 he notado la evolución favorable de todo el país. Ahora me sorprenden tantas obras en Madrid. A este paso la ciudad va a tener más cráteres que la Luna.

P. ¿Cómo se ve Madrid desde las nubes?

R. Desde unos 300 kilómetros es curioso lo bien que se distinguen el paseo del Prado, el Pirulí o el Botánico. Las que más destacan son las zonas verdes y, por cierto, Madrid se está quedando sin árboles.

P. ¿Hay vida en Marte?

R. No lo sé, pero cruzo los dedos para que la haya. Así habría más apoyo político para continuar nuestra aventura.

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