El guardaespaldas de Diana no recuerda nada del accidente de París

La secuencia de hechos encadenados el 31 de agosto en París desde que el Mercedes negro salió del hotel Ritz a toda velocidad para estrellarse minutos después en el subterráneo del puente Alma son un agujero negro en la debilitada memoria del guardaespaldas británico Trevor Rees-Jones, único superviviente del violentísimo accidente que costó la vida a la princesa Diana, al millonario egipcio Dodi Fayed y al chófer del vehículo, Henri Paul.

El juez Hervé Stephan constató ayer en el hospital parisino de la Pitié-Salpétrière lo que los médicos ya le habían adelantado, que los supervivientes de un accidente semejante continúan traumatizados durante bastante tiempo y que muchas veces ese trauma deriva en amnesia temporal, selectiva. Para los investigadores del caso, que tantas esperanzas habían puesto en ese testimonio, la cuestión está ahora en saber cuándo podrá Trevor Rees-Jones ofrecer un relato mínimamente preciso y coherente. Vistas las reacciones del herido, que permanece en cuidados intensivos convaleciente de la operación de cirugía facial con 10 horas de anestesia y de otras lesiones, el juez del caso decidió registrar la visita a título de primera toma de contacto y esperar a momentos más favorables.Por otra parte la foto, difundida a través de Internet, que pretendidamente mostraba a la princesa Diana atrapada en el Mercedes sinestrado y a un grupo de bomberos tratando de extraerla del vehículo se ha revelado falsa, un montaje que ha dado a la agencia que la distribuyó una notable publicidad. La imagen fue reproducida por diversos medios de comunicación y muchas decenas de miles de usuarios visitaron ese espacio de Internet a lo largo de la tarde noche del jueves. Los investigadores policiales del caso han indicado que la posición en la que figura el cuerpo de la princesa de Gales no se corresponde con la realidad del 31 de agosto último en el puente Alma.

Los bomberos de París han puesto de relieve que los chalecos reflectantes y las vestimentas no son los suyos y más bien parecen pertenecer a equipos de socorro norteamericanos. Por si no fuera suficiente los números de teléfono que aparecen en la fotografía amañada no son los de los bomberos de París. Aún así, hay quienes no terminan de dar crédito a estos datos.

Mientras, en el Reino Unido, el príncipe de Gales rompió ayer con el protocolo y la tradición y alabó públicamente la valentía mostrada por sus dos hijos, Guillermo y Enrique, de 15 y 12 años respectivamente, desde la muerte de Diana. "Están enfrentándose a estos momentos muy difíciles con un valor enorme y la mayor dignidad posible", señaló ayer frente a un grupo de empresarios y representantes de asociaciones de diversos barrios de Manchester."Es muy duro"

Con este comentario tan personal y poco acorde con su personalidad tímida, el heredero de la Corona británica puso punto final a tres semanas de silencio y de luto. Su itinerario por las calles e instituciones de Manchester, es el primer compromiso oficial desde el accidente de Diana. Carlos se salió del texto de su discurso y describió el estado de ánimo de su más inmediata familia: "Inevitablemente es muy difícil aguantar el dolor en cualquier momento, pero es más duro aún cuando todo el mundo observa al mismo tiempo", declaró.

Desaparecida Diana, Guillermo y Enrique toman prioridad en la agenda personal y oficial del príncipe. De momento, Carlos ha cancelado una visita a Gales, a bordo del yate Britannia, prevista para finales del mes próximo porque coincide, señaló su oficina, con las vacaciones escolares de sus dos hijos.

El magistrado británico encargado de la investigación confirmó que se practicó la autopsia al cadáver de Diana, pero añadió que los resultados están bajo secreto y por tanto no se podrá conocer si estaba embarazada o no