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El Ayuntamiento da un año de plazo a los 'okupas' para desalojar el bloque de Lavapiés

Antonio Jiménez Barca

Los okupas que desde hace cinco meses residen en el antiguo edificio de La Veterinaria (Lavapiés) seguirán ahí por lo menos un año. El edificio, que será demolido para construir un parque, era propiedad de Patrimonio del Estado, y a esta institución correspondía desalojar a los jóvenes. Pero el próximo pleno municipal decidirá que el Ayuntamiento se haga cargo del inmueble, y del desalojo, "para acelerar la rehabilitación de, Lavapiés", según el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río. Con todo, las excavadoras no molestarán a los okupas hasta finales de 1998.

Los okupas se introdujeron en un edificio que los técnicos municipales habían señalado para un proyecto de gran envergadura. La Veterinaria se encuentra en el corazón del área de rehabilitación preferente de Lavapiés. El inmueble, según los planes municipales, será derribado para dejar el espacio libre al primer gran parque del barrio. El edificio tomado por los okupas está situado en la calle de Embajadores, 68, al lado de lo que queda del casino de la Reina.En el futuro, del triángulo que forman las calles del Casino, Embajadores y Ronda de Toledo sólo quedarán en pie el Instituto Cervantes, dos antiguos pabellones de un viejo jardín y los restos del casino de ]_a Reina, donde actualmente se ubica un colegio regentado por monjas y un asilo.

Los otro cuatro inmuebles que se levantan en esa zona, incluido el okupado, serán demolidos. Sobre el suelo liberado, el Ayuntamiento tiene pensado erigir el primer parque de que disfrutará el barrio de Lavapiés, con una superficie de 25.000 metros cuadrados. También están previstas unas 500 plazas subterráneas de aparcamiento para residentes.

En mayo de 1997, el por entonces gerente de Urbanismo, Luis Rodríguez Avial (hoy toma posesión el nuevo gerente, Luis Armada), esperaba que Patrimonio le devolviera el edificio "sin inquilinos". Esto no ha sido así. "No podíamos esperar", argumenta el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, que está seguro de que "los okupas pueden estar tranquilos un año porque las obras no empezarán hasta entonces".

El próximo pleno municipal también aprobará destinar 322 millones para las obras de un nuevo parque en el distrito de Hortaleza, entre el cerro de los Perros y los accesos del aeropuerto de Barajas, en un área que se denomina Anillo Verde de las Cárcavas. Contará con 25.700 metros cuadrados (unos dos campos de fútbol). Ahora, lo único que existe en esa zona son vertidos de tierra y escombros. Cuando se regenere la zona se plantarán 2.000 metros cuadrados de césped, 593 árboles y 7.000 arbustos y plantas aromáticas.

Se construirá también una zona deportiva con canchas de baloncesto, balonmano y fútbol sala. También se destinarán 92 millones para convertir o regenerar zonas verdes del distrito de Villaverde.

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El punto polémico de la comisión fue el del cambio de uso de un terreno en el distrito de Fuencarral, situado al lado de los futuros barrios de San Chinarro, Las Tablas y Montecarmelo. Antes, este suelo estaba destinado a construir industrias. El Ayuntamiento ha decidido que es mejor que se edifiquen 750 viviendas.

Crítica de la oposición

La oposición no aceptó el cambio decidido por el PR José María de la Riva (PSOE) criticó que el equipo de Gobierno "se dedique sólo a especular". "A este paso, Madrid se va a quedar sin industria, pero a estos señores no les importa, porque lo único que hacen es especular con el suelo". Manuel Lindo, concejal de IU, piensa que esta operación "no es propia de un Ayuntamiento democrático". IU apoya este polígono industriál en Fuencarral "porque está bien situado y da trabajo". El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, por el contrario, cree que este cambio de uso es una operación racional: "No tiene sentido que una parcela de uso industrial se enclave en un entorno residencial".

Por otra parte, el portavoz del grupo municipal de IU, Francisco Herrera, empezó ayer el nuevo curso político denunciando que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, que pretende desarrollar los pueblos del sur mediante una futura línea de metro, "se desentienden" de los distritos del sureste de la ciudad: "Villaverde, San Blas, Vallecas o Vicálvaro están condenados a la marginalidad", dijo Herrera.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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