Se asfixia el Deportivo
Los gallegos, cerca de la eliminación tras caer ante el Auxerre
Mejora el juego y empeoran los resultados. El Deportivo volvió a mostrar anoche sus conocidas carencias ofensivas, aunque en esta ocasión aliviadas por un ejercicio voluntarista que, a la postre, resultó estéril. Los coruñeses desperdiciaron sus ocasiones, regalaron el primer gol al Auxerre y el árbitro se encargó de propocionarle el segundo al tragarse un clamoroso fuera de juego. Demasiadas adversidades para el conjunto de Silva, que corre el riesgo de echar por la borda, en sólo unas semanas, todo el resto de la temporada.Las primeras jornadas de la Liga nos habían mostrado a un Deportivo desesperante, propenso a empacharse de toque e incapaz de desbrozar el camino hacia el área contraria. Para un equipo aquejado de esos males, el Auxerre apareció como el peor rival posible. A los franceses no les preocupa el control del balón. Prefieren que el rival especule con él, porque lo suyo es correr y presionar, por cada esquina del campo, sin dar nunca un palmo de respiro al rival. De ese modo, el Auxerre convierte el partido en una guerra de trincheras.
Frente a un hueso de esas características, la respuesta del Deportivo fue mejor, de lo que cabía esperar vistos los últimos partidos, aunque, con todo, insuficiente. Los blanquiazules tuvieron una vigorosa salida que se apagó pronto ante la intensidad del implacable acoso francés.
El equipo de Silva estuvo menos contemplativo y su fútbol fue más vertical que de costumbre. Por momentos, incluso volvió a brillar la estrella de Fran, que a cada partido que pasa parece más recuperado. En las circunstancias actuales, nada puede desear más la afición coruñesa que su recuperación.
En la reanudación, la respuesta anímica del Deportivo fue encomiable. Luchando contra sus carencias y sus fantasmas, los blanquiazules apelaron al orgullo y se volcaron sobre el reducto francés. Cuando más cercano parecía el gol en la meta visitante, al Deportivo le falló su valor más seguro, la defensa. Un error monumental de Naybet regaló en gol a Diomede. Pero mala cosa es que sean los zagueros quienes dispongan de mejores oportunidades. Y mucho más que también el árbitro se conjure con el rival.
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