_
_
_
_
MOTOCICLISMO: GP CATALUÑA

Doohan resiste el acoso catalan

Checa y Crivillé acompañan al campeón australiano en el podio de Montmeló

Lo intentaron todo. Hubo batalla durante 25 vueltas. La amenaza local existió, pero no se concretó en victoria. Mick Doohan (Repsol-Honda), el poderoso campeón australiano, logró su mejor victoria de la temporada en Montmeló superando por la mínima a sus dos enemigos españoles. Carlos Checa (MoviStar-Honda), el que llevó la tentativa de derrocar al rey hasta el último suspiro, ocupó el segundo escalón del podio. Àlex Crivillé (Repsol-Honda), el recuperado subcampeón, terminó tercero después de haber mandado durante la carrera. La alianza española fracasó a medias porque su mayoría en el cajón de 500cc resultó suficiente para que el éxito fuera celebrado por los 54.000 aficionados que asistieron al Gran Premio de Cataluña.La prueba reina respondio a las expectativas. Consiguió incluso el respeto del cielo y no cayeron las primeras gotas hasta que Doohan, Checa y Crivillé pasaron bajo la bandera a cuadros. El público disfrutó con el desarrollo y con el desenlace. Hubo espectáculo. en cada giro, emoción en todas las curvas y más adelantamientos que en la mayoría de las carreras anteriores. Para ello fue fundamental la determinación de los pilotos de casa, que intentaron que el número uno tuviera el peor de los viajes posibles.

Más información
No hubo récord de público, pero sí muchos visitantes ilustres
El futuro en sus manos
La llama revive

La doble C -Checa y Crivillé- había avisado de sus intenciones. Querían contestar sobre la pista a la pregunta que se hace todo el mundo y ser uno de ellos el que acabara con la racha inmaculada de Doohan este curso. El martillo australiano, sin embargo, resistió todos los ataques, se defendió como si fuera la oportunidad de su vida y venció. En 1997 lleva ya 12 victorias en 13 grandes premios, las 10 últimas consecutivas. Lo suyo es apabullante, aunque ayer renació la llama de la esperanza de que su dictadura finalice pronto a manos españolas.

El primer jaque, sin embargo, llegó bajo bandera japonesa. A pesar de que Doohan partía desde la pole position, fueron Tadayuki Okada y Nobuatsu Aoki, ambos con Honda, los que dominaron en las primeras vueltas. Crivillé, casi perfecto en su salida, pasó a liderar el grupo a continuación; mientras, Doohan y Checa remontaban posiciones para seguir el ritmo. El sexteto de cabeza (también estaba, siempre a la cola, el italiano Luca Cadalora, con Yamaha) ya no se deshizo hasta el final.

Cuando quedaban tres vueltas para la meta, Doohan dio el tirón definitivo y sólo Checa resistió el envite, pero al final no logró superarle y recibió el banderazo menos de medio segundo más tarde que el tetracampeón. Crivillé entró tercero a un segundo y medio. Para los dos pilotos catalanes, la derrota llegó revestida de gloria, pues hacía tiempo que ninguno de los dos visitaba el podio. Exactamente desde el Gran Premio de Holanda, a finales de junio. Es decir, seis carreras, las mismas que el motociclismo español llevaba huérfano de sonrisas.

Si la prueba de 500cc hizo vibrar a la afición, la de 250cc no fue menos interesante, aunque sin protagonismo casero. El alemán Ralf Waldmann venció en una vuelta final apasionante derrotando en el sprint a Biaggi. En el campeonato también manda el alemán, pero sólo nueve puntos le separan de Harada, que es tercero. Curiosamente, la carrera más monótona fue la de 125cc. Esta vez el ya campeón Valentino Rossi (Aprilia) no permitió ninguna emoción. Ganó su décima carrera del año con seis segundos de ventaja sobre Sakata (Aprilia).

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_