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GENTE

PALABROTAS

Angelo Pozzi, párroco de Dongo, un pueblo de la provincia de Como (norte de Italia), ha revocado la concesión del campo de fútbol de la parroquia a la Sociedad Deportiva Dongo, al considerar que eran demasiadas las palabrotas y las blasfemias que se oían en los alrededores de la iglesia. El párroco ha manifestado que la situación había llegado a un límite, ya que "los jugadores blasfemaban, ensuciaban y después paseaban desnudos alrededor de los vestuarios, incluso cuando teníamos las reuniones en la parroquia". El presidente del Dongo, Carlo Bongiasca, ha repartido octavillas denunciando la decisión del sacerdote, que ha dejado sin campo de entrenamiento a este equipo de aficionados y a cuatro equipos juveniles. El sacerdote declaró que no cambiará de idea, "sobre todo ahora, que he sido acusado en las octavillas".-

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