Checa y Crivillé amenazan a Doohan
El australiano Mick Doohan, indiscutible número uno del motociclismo moderno, conoce desde ayer, por si no lo tenía claro, que estos días pisa territorio peligroso. El domingo corre en casa de sus dos mayores enemigos en el Mundial de 500cc y ni Carlos Checa (MoviStar-Honda) ni Álex Crivillé (Repsol-Honda) tienen intención de allanarle el camino en el Gran Premio de Cataluña. Los dos ídolos locales comunicaron ayer su amenaza al campeón sobre la pista. Doohan fue el más rápido en los primeros entrenamientos, pero Checa y Crivillé se ubicaron a su vera en las tablas de clasificación. En las cilindradas menores mandaron el alemán Ralf Waldmann (Honda), en 250cc, y el japonés Kazuto Sakata (Aprilia), que hizo el mejor tiempo en 125cc.Ya no está en juego el campeonato en la categoría reina. Doohan lo sentenció hace semanas. Pero hay mucho orgullo en la batalla por la victoria. El australiano, un martillo pilón desde hace cuatro años, nunca ha vencido en Montmeló. Los dos españoles, presentados como herederos del tetracampeón -sobre todo Crivillé- tienen deudas pendientes con esta temporada y pretenden perpetuar la hegemonía de doas dos anteriores ediciones del Gran Premio de Cataluña -en 1995 ganó Crivillé y Checa lo hizo en el 96-.
"Estoy mucho mejor de la mano y muy ilusionado", explicó Crivillé ayer. "Correr en casa es a la vez una responsabilidad, pero muy bonito. Notas el aliento de la afición". Checa experimenta sensaciones parecidas Ayer se fue por los suelos de manera espectacular, aunque sin consecuencias, en su intento de superar a Doohan. El australiano logró la pole-position provisional; con 176 milésimas de segundo de ventaja sobre Checa y 454 sobre Crivillé.
"Sé que puedo optar al triunfo", comentó el discípulo de Sito Pons, "pero no debo arriesgar en los ensayos, pues conozco bien este circuito y he preparado el gran premio a fondo". Las dos grandes estrellas del motociclismo español recibieron ayer la visita de la infanta Cristina y su prometido Iñaki Urdangarín, motero reconocido y viejo amigo de Crivillé.
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