Grupos de encapuchados queman sedes del PNV y EA en Guipúzcoa

Un grupo integrado por más de cincuenta encapuchados incendió con cócteles mólotov las sedes del PNV y de Eusko Alkartasuna en Zizurkil, Guipúzcoa, en la madrugada de ayer, pocas horas después de que en Basauri, Vizcaya, se celebrara la primera gran manifestación en Euskadi por el asesinato de un policía. El grupo tenía preparadas otras muchas bombas incendiarias para usarlas en sus acciones vandálicas. El presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, declaró que "lo único que les falta es organizar hornos crematorios como Hitler".

El ataque contra la sede de Eusko Alkartasuna destrozó la vivienda de una mujer de 80 años, situada un piso más arriba. El portavoz del PNV, Joseba Egibar, resaltó la contradicción de que un movimiento que se autodenomina "de liberación nacional", lo único que está haciendo es destruir a su propio pueblo". Los concejales del PNV y EA de Zizurkil (2.683 habitantes) advirtieron que "la paciencia se está agotando". "Y estamos al límite", precisaron. En otra localidad guipuzcoana, Usurbil, una docena de encapuchados quemaron un autobús tras forzar al conductor y a los pasajeros a abandonar el vehículo. Todas esas acciones violentas se produjeron después de que más de 20.000 personas se movilizaran contra ETA en las calles de Basauri (Vizcaya) en protesta por el asesinato en esa localidad del policía nacional Daniel Villar. Este fue enterrado ayer en Orgaz (Toledo), localidad natal de su esposa y en la que el pasado 26 de agosto había asistido a la inauguración de una fuente en recuerdo de Miguel Angel Blanco y las demás víctimas de ETA. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, destacó ayer que la manifestación de Basauri representó una respuesta social inmediata contra el asesinato de un policía, lo cual demuestra que la sociedad vasca no hace distingos entre las víctimas de ETA y que está completamente vivo el "espíritu de Ermua".