A 25 milésimas de la gloria
Carballo cometió un pequeño error en la salida y logró la plata en la barra fija
Jesús Carballo perdió el título mundial de barra fija por 25 milésimas. El gigante finlandés Jani Tanskanen, un especialista como él en el aparato más espectacular de la gimnasia, le superó en la final que clausuraba los campeonatos disputados durante toda la semana en el Patinoire de Malley. 9,700 de Tansken frente a 9,675 de Carballo. ¿Fue injusto? La eterna polémica sobre las puntuaciones de los jueces en este deporte no terminará nunca, pero esta vez no cabe ponerle peros al resultado. Tanskanen arrasó con su potencia pese a hacer dos únicas sueltas de dos manos. Pero su coordinación fue matemática con un ejercicio muy difícil que cumplía todos los requisitos del reglamento. Carballo, quizá con algo más de riesgo, y tres sueltas, dos de ellas a una sola mano, no tuvo fallos en la barra, pero sí en la salida, donde se desequilibró tras la pirueta de salida. Ahí estuvo la clave. Lo que pudo ganar en dificultad lo perdió en perfección. E, irónicamente, todo lo que iba ganando en la barra lo perdió en el suelo, su peor ejercicio de siempre. Sus rodillas siempre débiles, le perjudican al asentarse.Fue así una pequeña revancha de Atlanta. El gimnasta madrileño sigue demostrando que está en la cumbre, pero esta vez se le adelantó un rival en el último instante. Tanskanen, un jovencito al que el acné juvenil tiene arruinada la cara, pero no los músculos, se ha entrenado en Alemania y no había conseguido ningún puesto importante hasta ahora, como toda la gimnasia de su país. Ha venido a estallar en el peor momento para Carballo, que tiene así un rival de parecidas características. Ambos tienen una planta impresionante, al revés que la mayoría de gimnastas del Este o asiáticos, mucho más bajos. Unos de ellos, el ucranio Alexander Beresch, le metió el miedo en el cuerpo a Carballo hasta el final, pues era el último en la rotación (Tanskanen fue el primero y Carballo el quinto) y repitió el tercer puesto como el día de la clasificación.
Carballo, muy deportivo, no puso pegas a su derrota y reconoció el pequeño error clave. "Sí, ha sido la salida lo que me ha separado del oro. Y sólo ha sido un pequeño pasito. Yo creo que incluso me han quitado demasiado, porque el ejercicio ha sido correcto. Pero bueno, si no ha podido ser, no ha podido ser. Yo le he felicitado al finlandés y la gimnasia es así. Entre los primeros hay muy pocas diferencias y se puede ganar o perder. Yo no le conocía y me sorprendió el primer día. Pero entonces tampoco clavé la salida y le superé. Hoy, actuando detrás de él podría haber pasado lo mismo", comentó. Pero los jueces no perdonaron al campeón del mundo en la salida.
En las paralelas, que estaban a lado de la barra, se calentó una hora antes y mostró ya la elegancia de gimnasta que tiene, pero fue también fue demasiado maltratado por los jueces. Él mismo lo dijo: "Hice lo mismo que en la clasificación y me quitaron una décima. No importaba e ese aparato, pero es mucho", señaló. Su elemento de dislocación de hombros, que también lleva ya su nombre en el código, no fue suficiente para compensar un ejercicio mucho más simple, sin arriesgar pensando en la barra y con una salida que tampoco clavó. Todo bien distinto a los dos impresionantes chinos, Jinjing Zhang y Xiaopeng Li, oro y plata indiscutibles. Ambos repitieron los puestos con que se habían clasificado para la final del aparato e incluso mejoraron sus puntuaciones hasta 9,775 y 9,737, los dos en un pañuelo. No fue el caso de Carballo, que bajó a 9,325 desde los 9,425 que le permitieron meterse por primera vez en una final de paralelas con un sorprendente, incluso para él, quinto puesto. Ayer tras los 40 segundos de ejercicio bajó al séptimo. Carballo se marchó casi corriendo, por delante del todo el grupo de gimnastas cuando se retiraban del recinto tras la prueba con los desfiles habituales de la gimnasia. En el conjunto de los campeonatos, la mayoría de medallas se volvieron a repartir entre los habituales dominadores: Rumania, que ganó el título femenino por equipos más el salto con Simona Amanar y la barra de equilibrios y el suelo por Gina Gogean, la reina frustrada de los campenatos, pues pese a sus tres oros (la tercera con el equipo) sólo fue cuarta en el concurso individual; Rusia, sumó los dos oros de Svetlana Khorkina en el concurso general y en las paralelas asimétricas (rozó el de suelo y casi es ella más reina), junto al título de
suelo de Alexei Nemov. Y China, que fue campeón por equipos masculino (pero que perdió el individual ante el bielorruso Ivan Ivankov) y ganó con Zhang en paralelas.
El resto de títulos se repartieron entre el alemán, ex soviético, Valer¡ Belenki, en potro con aros, el kazajstano Alexei Bondarchenko en salto y, sobre todos, el rey de las anillas, el italiano Yuri Chechi, que sumó su quinto título mundial en un ejemplo insólito e histórico de, dominio en un aparato de la gimnasia. Su perfección y potencia para efectuar el famoso cristo continúa siendo inigualable. Quedó la duda tras el primer día, en que fue superado por el húngaro Csollany que podría caer su reinado, pero los más grandes se resisten a dejar el trono.
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