El gran salto, masculino
Los Mundiales, al margen de Carballo, han supuesto un cambio sustancial en la gimnnasia española. Los hombres, tras muchos años de retraso con respecto a las mujeres, han dado el gran salto. No sólo ha estado ya el gimnasta madrileño, sino todo un equipo que consiguió la mejor clasificación de la historia, el noveno puesto, el primer día de competición. El precedente sólo había sido un 13º lugar hace 19 años en Estrasburgo. Ello significa que España ha entrado en el grupo de élite de la gimnasia mundial, dejando incluso por detrás a países de tanto prestigio como Hungría, Italia o Francia. Ellos también tienen sus Carballos, grandes figuras, pero no tan buen conjunto, lo que da el nivel general del país. Sólo estuvieron por delante los grandes como China, que se impuso esta vez a Rusia, Japón, Bielorrusia, Alemania, Estados Unidos, Rumania y Ucrania. Con esta referencia, además, el equipo español ha demostrado que puede estar entre los 12 mejores, número que se clasificará en los próximos Mundiales para los Juegos Olímpicos de Sydney.El otro gimnasta destacado, junto a Carballo, ha sido su compañero de habitación, precisamente, Omar Cortés. También se metió en la final del concurso general de los 36 mejores, aunque no se clasificó para las de ningún aparato. Pero mostró su calidad al acabar 18º (había pasado como 27º) en el mismo concurso que Carballo hizo más historia con su séptimo lugar. Su mejor aparato fueron las anillas, en las que quedó 11º.
El resto del equipo, que bien merece empezar a conocerse, lo compusiern Víctor Cano, Andreu Vivó, Alex Barrenechea, que sustituyó al lesionado Ortzi Acosta, y Gervasio Deferr, último de los españoles en el concurso general, pero una bomba en suelo. Quedó noveno y tuvo el viernes la fortuna de que no participara en la final del aparato el campeón mundial absoluto, el bielorruso Ivan Ivankov, por lo que fue repescado como primer reserva.
Fue una pena que tras una primera diagonal espléndida se saliera del practicable al terminar la segunda por la enorme potencia que despliega. Descontrolado ya, casi se sale también en la tercera y únicamente pudo ser séptimo. Pero puede explotar en cualquier momento. Es otra de las joyas que están en exposición.
La cruz de esta mejoría masculina española ha sido la femenina, pues ni siquiera ha venido el equipo que se había ganado a pulso no sólo su entrada, sino también su permanencia en el gran grupo mundial. Pero la decisión de la Federación Internacional hace dos años de subir el límite de edad de las participantes de 15 a 16 años ha causado estragos a muchos equipos y entre ellos a España, que se ha quedado sin gimnastas al quedarse lesionadas tres de la posibles participantes.
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