¡Rumbo a Maracaibo!

Jim Hawkins, el protagonista de La isla del tesoro, explica lo siguiente del pirata Billy Bones, el peor (o, según se mire, el mejor) cliente que nunca tuviera la posada Almirante Benbow: "Lo que más miedo daba a la gente eran las historias que contaba. Y es que eran historias terroríficas de ahorcados, de paseos por la plancha, de tempestades marinas, de la isla Tortuga, de salvajadas y de lugares terribles del Caribe. Por lo que contaba, debía haberse pasado la vida entre gente de lo más terrible y de lo más malvado que jamás haya permitido Dios surcar los mares".Pues precisamente a esas historias, a esos lugares y a esos hombres a los que se refería en sus veladas ebrias de ron el viejo primer oficial del sanguinario Flint está dedicada hoy La noche temática, de La 2 (23.15). Cuatro documentales y el largometraje de Cecil B. DeMílle Piratas del mar Caribe, con John Wayne, Susan Hayward y Ray Milland, componen esta recomendable singladura televisiva bajo la enseña Jolly Roger, la bandera de la calavera y las tibias.Poco hay que decir de la conocida película seleccionada (originalmente Reap the wild wind, 1942), una emocionante aventura marina sobre el comercio en veleros entre la desembocadura del Misisipí y Nueva Inglaterra, amenazado por piratas que hunden los barcos para hacerse con su cargamento. En cuanto a los documentales, todos obra del francés Michel Viotte, destaca Los ángeles negros de la utopía (en colaboración con Michel Le Bris), de 48 minutos, que consiste en un repaso intenso y emocionado a la edad de oro de la piratería, en los siglos XVII y XVIII, y sobre todo en el mar de las Antillas.

Tono reivindicativo

Hermosos planos cinematográficos de barcos navegando entre montañas de espuma, estampas de abordajes con profusión de garfios, sables y cañonazos; paisajes idílicos y retratos de bucaneros, son las imágenes sobre las que se desgrana el relato de la odisea pirata. Sorprende en el documental un cierto tono elegiaco y hasta reivindicativo de los colegas de Kidd, Morgan, Barbanegra y compañía. Se dice en la cinta que los piratas eran "lobos solitarios, idealistas altivos", y se les califica de "rebeldes contra la tiranía" y de "ángeles negros que soñaban con un nuevo mundo", equiparando casi a los Hermanos de la Costa con la CNT. Esta visión se equilibra con las atrocidades de Morgan en la toma de Panamá y de las alegres costumbres de capitanes como Roque el Brasileño, que hacía empalar sistemáticamente, ay, a los españoles. Además de Los ángeles negros de la utopía se ofrecen los documentales ¡Al abordaje! sobre los elementos genéricos del cine de piratas; Tortuga, la isla de los filibusteros, que rastrea la huella de esos aventureros; y Los piratas del Caribe, sobre las atracciones de ese género en parques temáticos. En conjunto, una buena oportunidad para zarpar -a bordo de la butaca televisiva- rumbo a Maracaibo, en busca de buen ron, aventura y perlas negras.