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El billete único de autobús y metro empezará a funcionar en octubre

A veces, las empresas en apariencia mas sencillas son las que más tiempo consumen en los vericuetos de la Administración. Sirva de ejemplo el billete único de metro y autobús, un título común de transportes que, pese a sus escuetos 19 centímetros cuadrados, ha tardado más de una legislatura entera en ver la luz. El esperado alumbramiento se producirá a lo largo del mes de octubre, de forma experimental.

Las 1.850 nuevas canceladoras para el metrobús, adjudicadas a finales del año pasado por 767 millones de pesetas, estarán instaladas en cuestión de un mes. El Consorcio Regional de Transportes se encargará, a lo largo de todo octubre, de informar a los usuarios del funcionamiento del nuevo billete. Esta suerte de bono comodín tiene la misma forma que el bonometro actual y sirve, indistintamente, para el metro y para la EMT.El Consorcio ya llegó en su día a la conclusión de que el título mixto de transportes sería útil para 800.000 madrileños, y matizó que la inversión en canceladoras se justificaba porque los equipos actuales de los autobuses están "obsoletos". Pero la historia no tardó en enredarse. Temeroso de perder el control sobre los ingresos del bonobús, José María Alvarez del Manzano llegó a decir que el billete único no era "una demanda social importante", sino "una cuestión irrelevante para el ciudadano".

Ni siquiera la llegada del PP al Gobierno regional facilitó las cosas. Nada más asentarse en su despacho, el consejero de Transportes, Luis Eduardo Cortés, prometió que el metrobús sería una realidad en la primavera de 1996, pero no tardó en descubrir que había pecado de optimista. Ayer mismo se refirió a ello con deje irónico. "Lo del billete único es una de las cosas más difíciles que he hecho en esta vida", sentenció.

El Ayuntamiento de Madrid no ha cedido en sus recelos hasta conseguir que las cuentas entre el Consorcio y la EMT se salden cada 15 días. El concejal de Transportes, José Ignacio Echeverría, reveló ayer a Efe otro temor: que el nuevo título "quite velocidad" a los autobuses, puesto que convalidar el billete lleva más tiempo que "la simple exhibición" del carné de transportes.

Por otro lado, Luis Eduardo Cortés presentó ayer las nuevas unidades de metro, bautizadas con el número 2000 y que entrarán en circulación en cosa de un mes. El modelo, con aire acondicionado, cámaras de vídeo, caja negra, "asientos isquiáticos" (de pie, con reposadero en la parte baja de la espalda) y una cabina del conductor totalmente acristalada, de cierto aspecto cósmico, funcionará en las líneas 1, 4 y 10. Se dispondrá de 126 unidades.

El metro 2000 ya no es rojo, sino blanco con unas bandas azules. "Conste que no tengo fobia a los colores", bromeó el consejero, "pero ya tenemos un bonito rojo en la bandera de la Comunidad".

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