PRIMERA DAMA POR LEY

La actriz Dagmar Haviova, esposa del presidente de la República Checa, Václav Havel, de 60 años, está cansada de trabajar sin medios. Pero su petición de que una ley regule el papel de la primera dama del país y la dote de infraestructura -quizá un pelín osada- se ha estrellado contra el rechazo y el sarcasmo de políticos y medios informativos. Havlova sostiene que, por su posición, debe cumplir los deberes más variados, pero que no hay ninguna norma que le permita disponer de un servicio mínimo. "Puedo emplear a secretarias, pero, ¿qué ocurrirá si las futuras primeras damas carecen de recursos para ello? Bastaría que en la ley sobre la Oficina Presidencial se hiciera una mención para que se le otorgaran servicios tales como secretaría y automóvil", ha dicho Dagmar, de 43 años. A lo que el presidente socialdemócrata del Parlamento, Milos Zeman, ha respondido que no conoce ningún país con semejante ley. En tono sarcástico, añadió que, de haberla, debería referirse también a los presidentes solteros o viudos. La prensa checa cree que a la antigua actriz se le han subido los humos a la cabeza, y que debería aprender a comportarse como Olga, la fallecida primera esposa de Havel, con dignidad y decencia a pesar de su origen humilde.-