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Van Gaal se reúne más de una hora con sus jugadores tras el desastre del Bernabéu

No hay más tiempo para la decepción. El Barça tendrá que superar el varapalo del Bernabéu a marchas forzadas. La plantilla azulgrana viaja hoy a Riga, donde se medirá al Skonto en la ronda preliminar de la Liga de Campeones. El técnico holandés citó ayer a la plantilla en una sesión vespertina y se reunió durante hora y media con sus jugadores para repasar los errores cometidos en el Bernabéu."Hay que levantar el ánimo lo antes posible. El miércoles nos espera un compromiso igual o más importante en el que nos jugamos la Liga de Campeones en Letonia frente el Skonto". El comentario de Guillermo Amor es extensivo al resto de la plantilla del Barça tras perder (4- 1) ante el Madrid. El regreso del equipo a Barcelona, en la madrugada de ayer, estuvo rodeado por síntomas de preocupación entre la expedición.

En los planes entraba una posible derrota, pero no una goleada. "Este resultado pica", comentaban algunos jugadores. Van Gaal advirtió al final del encuentro, en el Bernabéu, que el resultado podía afectar el estado anímico y Psicológico de la plantilla. El colectivo considera que la derrota en la Supercopa no debe de representar un punto y aparte en el trabajo del técnico holandés sino la continuación de un proyecto.

"Las derrotas importantes hay que olvidarlas pero recordarlas en el futuro", explicó Van Gaal en la pretemporada. La tesis se puso en práctica ayer, por primera vez, aunque como viene siendo habitual desde la llegada del técnico, sin apenas tiempo de digerir el desastre. El Barça de Van Gaal vive contrarreloj.

"Las derrotas deben servir para aprender", explicó Amor. "Hablar, corregir, arreglar y solucionar los temas pendientes que pueda haber. Eso es vital. Pero hay poco respiro. El miércoles, frente al Skonto, puede ser un partido que marcará la temporada del Barça. Sabemos que tenemos que ir a ganar ya que vamos con un resultado justo [3-2 en el Camp Nou]". El análisis de Amor no desacredita el sistema de Van Gaal. Todo lo contrario. "Cada uno de los jugadores saben muy bien lo que tiene que hacer. ¿Qué no nos adaptamos? No hay que dar vueltas ni andar hurgando. No es así. El sistema está asimilado".

Amor lanza un guiño a la etapa azulgrana de Johan Cruyff. "Es un sistema en que tiene que estar al 100% concentrado. Hay que estar muy atentos durante los 90 minutos. Y eso, algunos de nosotros, lo sabemos por experiencia. Tenemos la suerte que este sistema no es nuevo ya que algunos del equipo lo habíamos practicado anteriormente con éxito. El sistema es arriesgado pero cuando funciona, se adquieren los automatismos, el riesgo es nulo porque todo está bajo control".

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