La anticuada dirección del Ballet Nacional
Estoy pasando unos días en Madrid y leo en su periódico que Adolfo Marsillach y Carmelo Bernaola preparan un ballet sobre La Celestina, que bailará el Ballet Nacional. Me parece una idea genial, pero no se sabe quién será el coreógrafo. Una vez más, se demuestra la incompetencia de la actual dirección de este ballet. ¿Como es posible que se elija primero al director de escena y al músico, y no se sepa quién hará lo más importante: la coreografía?En junio, el ballet estuvo en Barcelona y fui al teatro Tívoli. Mi primera sorpresa: éramos unas doscientas personas, en un teatro de más de 1.500 butacas. La segunda sorpresa, y más importante: en la compañía no había figuras, la única estrella es Lola Greco y esa semana no bailaba y su papel lo hacía Cristina Visus, una chiquita del cuerpo de baile a la que todavía le queda mucho por aprender; lo mismo ocurrió con el primer bailarín, y ya no digamos con la estrella invitada, Mila de Vargas, una bailaora a la que aquí en Barcelona sólo se la conoce por haber bailado en un tablao.
Sin duda, la etapa más brillante de esta compañía fue bajo la dirección de María de Ávila; allí sí que había estrellas y buenas coreografías, como, por ejemplo, Medea o Danza y tronío. Dos obras que las actuales directoras siguen constantemente programando.
Se tendría que tomar medidas para que esta absurda y obsoleta dirección se dedique a otra cosa y poner al frente de nuestra compañía oficial a un verdadero profesional, que hiciese volver a las estrellas como Aída Gómez, Sara Varas o Antonio Márquez.-
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