IC exige a Anguita que respete el pluralismo y abandone las prácticas del comunismo ortodoxo

La dirección de Iniciativa per Catalunya (IC) ha recibido sin arredrarse la amenaza de escisión que le ha lanzado el sector anguitista de Izquierda Unida. El secretariado político de IC se ha ratificado en el empeño de construir, "junto con Izquierda Unida", una alternativa política de izquierdas sólida, que define como "ecosocialista". El problema no está en IC sino en IU, y radica, según el vicepresidente de Iniciativa, Joan Saura, en que "en vez de ser un proyecto de renovación de la izquierda de matriz comunista, está pasa do a ser un proyecto en manos del sector mas ortodoxo del PCE", que sigue actuando según el viejo esquema de vanguardia poseedora de la verdad. IC recuerda a Julio Anguita que la evolución de la izquierda es imposible sin pluralismo. Y le avisa: "Con su actual estrategia, IU se irá debilitando y aislando cada vez más".

Los teléfonos móviles funcionaron a tope el miércoles y el jueves entre los dirigentes de IC. Y, pese a hallarse dispersos por las vacaciones', 14 de los 21 integrantes de su secretariado político, incluido su presidente, Rafael Ribó, regresaron a Barcelona para hacer frente aúna crisis que amenaza con liquidar su vínculo con IU.Del encuentro celebrado el jueves hasta última hora surgió la voluntad de resolver las diferencias con IU mediante el diálogo y un frenazo a todo lo que pudiera, ser considerado como provocación por Julio Anguita. Saura recibió el encargo de explicar esta decisión. Y, de su boca no salió ayer ni una alusión personal al coordinador, general de IU. Pero eso no significa rendición, ni mucho menos. Los todavía socios catalanes de IU describen la, crisis de esta formación de una forma nada halagüeña para quienes la dirigen. Saura tuvo frases como éstas: "IU es como la Mir, una nave a la deriva" y "lo que está sucediendo demuestra las dificultades del pensamiento de matriz comunista para evolucionar".

La ratificación de la dirección de IC incluyó aspectos coyunturales, como el apoyo a Esquerda Unida-Esquerda Galega, por ejemplo, pero se basó en una referencia inequívoca al nacimiento de IU e IC y a la esencia de su proyecto original. Ambas organizaciones fueron creadas, recordó Saura, para levantar una izquierda de emancipación social". Eso implicaba "repensar las políticas sociales y ecológicas" y la renuncia a las fórmulas aplicadas en el pasado por los partidos comunistas, La convicción de IC es que este empeño es impracticable "sin debate, diálogo y pluralismo". No se puede construir la izquierda alternativa, aseguró Saura, desde "las sanciones y las expulsiones. Y mucho menos desde el insulto".

El origen de la crisis es, afirmó, la desorientada y desconcertante política de IU en cuestiones de la más variada índole. A título de ejemplo hizo este recordatorio: la dirección de IU se ha dedicado a salvar al Gobierno del Partido Popular (PP) de perder votaciones en el Parlamento, al mismo tiempo que tiene rotas las relaciones con los sindicatos; IU ha votado a favor de la cesión del 100% del IRPF al País Vasco, pero ha rechazado la cesión del 30% a las demás comunidades; ha apoyado al Gobierno de Aznar en asuntos como la ley del fútbol y la televisión digital cuando incluso las ha rechazado la Unión Europea; IU se proclama federal y dice. que defiende el derecho de autodeterminación, pero rechaza que la organización de Galicia decida su política a escala autonómica; y, por último, ha mantenido posiciones incomprensibles y ambiguas respecto a Herri Batasuna.

Ante estas contradicciones y, ese desconcierto, agregó Saura, un decisivo sector de la dirección de IU se ha visto incapaz de dirigir un proyecto plural, porque le era imposible defender esas políticas ante sus propios socios. De ahí surge, explicó, la decisión de preparar una V Asamblea de IU con unanimidades "al estilo búlgaro" de la época comunista. La conclusión de Saura fue que "esta situación es un verdadero desastre para la izquierda alternativa". -

Pero la pretensión de edificar una fuerza de izquierda alternativa con el monolitismo y los viejos esquemas comunistas es una contradicción en sí misma y, por lo tanto, la dirección de IC considera que Anguita tendrá que renunciar a ella, mal que le pese. "No se puede construir la nueva izquierda creyendo que un grupo tiene la verdad absoluta. Ni en Cataluña, ni en España, ni en ningún lugar del mundo", sentenció Saura.

Para salir del atolladero, la dirección de IC acordó proponer un encuentro a la de IU en el que debatir las dificultades por las que atraviesan sus relaciones. Una reunión de este tipo fue solicitada ya en enero-pero IU la pospuso pocos días antes de llevarse. a cabo, alegando problemas de calendario. IC renovó en julio la petición.

A la espera de que Anguita y sus colaboradores respondan, la dirección de IC no tiene ninguna duda de que la anunciada escisión del sector anguitista para convertirse en el referente de IU en Cataluña está condenada al fracaso, si llega a producirse. Saura definió las críticas formuladas por el portavoz del sector anguitista de IC, _Antoni Lucchetti, como un llamamiento a la sucursalización de IC. "¿Qué propone Lucchetti? ¿Qué la, política de alianzas a escala autonómica catalana se decida en Madrid?", preguntó. Y luego añadió: "¿O está diciendo, que creará en Cataluña un partido para hacer lo, que le ordene Paco Frutos por teléfono? La batalla contra eso la daremos y la ganaremos".