Los inspectores paran al menos otros dos tajos inseguros
La inspección laboral ha parado al menos otras dos obras más, aparte de las tres paralizadas entre el lunes y el martes, en estos primeros días de refuerzo de la vigilancia de la construcción. Lo explicó ayer el. coordinador de la Dirección General de Trabajo, y Empleo de la Comunidad, Mateo Bonaechea.Las noticias sobre un mayor control de la seguridad laboral en los tajos ha llevado a que las empresas aumenten las medidas de protección para evitar la sanción, según explican responsables de CC OO y UGT que estos días han recorrido las obras.
El compromiso del Gobierno regional es destinar a 11 inspectores en exclusiva para la vigilancia del sector de la construcción. El ejecutivo autonómico y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social aseguran que la mitad de los inspectores iniciaron su tarea el lunes y que desde el martes están todos incorporados.
Las obras paradas carecían de redes de seguridad o tenían andamios sin barandillas
La Inspección Laboral del Ministerio de Trabajo aclaró ayer el motivo de la paralización de tres obras visitadas el lunes o el martes. Una de las construcciones se paró porque se descubrió una zanja mal entibada, es decir, mal apuntalada, con el consiguiente riesgo de derrumbamiento de sus paredes de tierra.A otra obra le faltaban redes perimetrales de seguridad, lo que puede resultar fatal en una caída del obrero, y la tercera mostraba falta de barandillas en los andamios. La Inspección no ha detallado si se pararon las obras al completo o sólo algunos de sus tajos.
Además de estas paralizaciones provisionales (hasta que se subsane la deficiencia) por riesgos inminentes para la salud de los trabajadores, los inspectores abrieron entre el lunes y el martes otras seis actas de infracción por riesgos graves pero menos inminentes.
Confidencialidad
El jefe adjunto de los inspectores madrileños, Demetrio de Vicente, explica que no facilitan datos sobre las empresas infractoras "porque existe un problema de confidencialidad ya que pueden presentar alegaciones a la propuesta de sanción de los inspectores". "Son datos provisionales porque, una vez que el inspector ha efectuado su propuesta de sanción tras la visita, hay que instruir ese expediente; después se abre un plazo de alegaciones y ya, por último, hay una resolución", añade.
A Francisco Martínez, responsable de Acción Sindical de UGT, el no indicar qué obras se han parado le genera desconfianza. "Llevamos tres días visitando obras en Moratalaz, el polígono de Las Rosas de San Blas y Manoteras y no nos hemos topado con ningún inspector", explica. "Puede que hayan salido pero nosotros no tenemos ningún dato para creerlo, y como, además, no nos dicen cuáles son los tajos parados nuestro escepticismo aumenta", apostilla. "Ayer mismo, en Hortaleza, y Manoteras, los obreros nos dijeron que no había pasado ningún inspector desde mayo de l996", concluye Martínez.
El responsable de Salud Laboral en la construcción de CC OO, Braulio Ballestero, difiere: "Nosotros no dudamos de que los inspectores hayan salido porque ayer nos los encontramos en Las Rosas y también nos han informado de su paso por Leganés norte", asegura.
Las zonas que los inspectores deben visitar fueron propuestas por los sindicatos y son: Villaverde, polígono de Las Rosas (San Blas), Valdebernardo (Moratalaz), Getafe Norte, Hortaleza, Zarzaquemada y Leganés norte, la carretera de Parla a Pinto, San Fernando de Henares, el polígono El Restón de Valdemoro y las cercanías del polideportivo de Parla. En los próximos días está previsto ampliar el recorrido al casco histórico de Madrid, Majadahonda, Las Rozas, el hospital de Móstoles, la avenida de Méndez Álvaro, Loranca (Fuenlabrada), la urbanización Los Espartales (Alcalá de Henares) y el Alto de Vandel (Moratalaz).
En lo que sí coinciden ambos sindicatos es en la exigencia de que exista un grupo de inspectores dedicados de forma expresa a un sector de riesgo como el de la construcción. De Vicente reconoce que entre los 90 inspectores madrileños hace un año existía un grupo específico para obras, pero menguó después de que parte de sus efectivos se destinasen al control del fraude a la Seguridad Social.
La alarma ha saltado después de la muerte de siete obreros en quince días. En lo que va de año se han producido 24 fallecimientos. Los sindicatos culpan a la subcontratación y al sistema de destajos (pago por tarea) de la situación.
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