A técnico nuevo, nuevo orden
Barca y Madrid miden su puesta a punto en la Supercopa, afectados por las bajas
Un clásico siempre es un clásico, así que la Supercopa, una competición de segundo orden, se ofrece en la edición que se celebrará mañana (Camp Nou) y el próximo sábado (Bernabéu) como la mejor vara de medir la puesta a punto del Barça y el Madrid. Las reformas introducidas por uno y otro equipo aumentan el interés por conocer su nueva pinta en un partido de verdad y cuyo resultado acostumbra dejar secuelas psicológicas. Tanto los azulgrana como los madridistas tienen bajas de peso para justificar cualquier mal resultado.Las ausencias de IlIgner, Fernando Hierro y Fernando Redondo, todos ellos lesionados, rebajan la fiereza del Madrid, un equipo que de medio campo hacia adelante parece incontenible. La falta de consistencia defenitiva ha frenado precisamente la euforia que se ha desatado en Chamartín desde la arrancada. Una vez fichado Karanka, sustituto de Alkorta, Jupp Heynckes ya no tiene ninguna agarradera: solventar las disfunciones de la zaga es asunto suyo.
La baja de Hierro, sin embargo, condiciona los arreglos. No le quedará al técnico otro remedio que recurrir a Sanchis. Igualmente le preocupa no poder disponer de IlIgner, un portero que aporta serenidad, experiencia y fiabilidad. Tanto a Cañizares como a Conteras les faltan partidos. El equipo, por el contrario, ya está más acostumbrado a la ausencia de Redondo, un futbolista que seguramente recuperará este año su jerarquía y su esplendor. El balón volverá al suelo con la llegada de Heynckes.
El nuevo entrenador del Madrid removerá la pizarra y dará otro aire a un grupo ya consolidado y sin apenas novedades. Habrá variaciones notables en la ubicación de futbolistas decisivos. La desaparición del doble pivote en la divisoria convertirá el medio campo en una línea de elaboración del juego frente al fútbol más directo de la temporada pasada con Fabio Capello en el banquillo: Seedorf pasará a ejercer de volante derecho, en detrimento de Víctor; Redondo ,quedará como medio centro, y Amavisca pugnará con Ze Roberto por el puesto de interior zurdo, puesto que abandona Raúl para maniobrar desde ahora como media punta.
La nueva demarcación de Raúl augura una mejor conexión del equipo con los puntas, Suker y Mijatovic, que dispondrán de más libertad de acción. El margen de maniobra que Heynckes concede a sus futbolistas frente al rigor táctico y manu militare de Capello ha provocado ya el primer debate, alimentado por la expulsión de Suker en Palma. El equipo ha ganado intimidación ofensiva y, por el contrario, es más vulnerable.
Heynckes tiene momentáneamente motivos para no encerrarse con 11 futbolistas. Los suplentes le compensaron del mal partido de los titulares en Mallorca. Guti, Ze Roberto y Víctor reivindicaron su condición de jugadores de un Madrid que trabaja desde la pretemporada con unos automatismos de juego más claros que el Barcelona.
Frente al 4-4-2 del Madrid, Louis Van Gaal no da pistas de cómo va a jugar el Barça este año. El técnico azulgrana sólo ha dado a entender que el partido del pasado sábado frente al Sampdoria le sirvió para preparar el choque contra el Madrid, porque ambos equipos utilizan dispositivos parecidos. Más que a copiar el sistema del Ajax, el Barça de Van Gaal parece dispuesto a jugar en función del adversario sin perder ciertas señas de identidad.
El punto de partida es un 3-3-3-1. La alineación de Guardiola como libre soluciona la salida del balón al tiempo que complica la elaboración del juego y retarda la llegada al marco contrario. El número de zagueros estará en función de los delanteros del adversario, mientras que Reitziger puede tomar al media punta rival.
Fijadas las marcas a la manera que en su día impuso Cruyff, el equipo se abrirá por los flancos con dobles parejas y acabará con Anderson, un ariete muy activo. Figo y Rivaldo se ofrecen como los dos brazos del brasileño. Las dudas están en los dos futbolistas que operarán en la segunda línea de tres y en quien doblará a Ronaldo, que bien puede ser un doble ariete como Dugarry o el goledor Giovanni.
Las bajas de los portugueses (Baía, Couto, Figo), así como las de Stoichkov y Amunike, limitarán mañana el margen de acción de Van Gaal. Hesp y Ciric pueden mantener sus puestos, mientras que el papel de Iván es incierto. El objetivo es que la suma de Giovanni, Anderson y Rivaldo equivalga a los goles de Ronaldo. El holandés ofrece un traba o táctico y una puesta en escena más elaborada que la de Robson. Le falta, sin embargo, un tipo que simplifique los partidos como Ronaldo. Van Gaal quiere futbolistas multiuso para un sistema que, al igual que el del Madrid, impacta en ataque y causa recelo en defensa. Contratado un zurdo [Rivaldol y renovado Arnau,-el portero del filial amplió su contrato hasta el 2.002-, Van Gaal ya tiene lo que quería.
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