Grupos de incontrolados siembran el terror en Mombasa, el principal puerto de Kenia
Mombasa vivió desde la madrugada de ayer y a lo largo de todo el día una nueva jornada de terror. Grupos de manifestantes, perfectamente organizados y armados con pistolas, machetes y palos recorrieron alguno de sus barrios quemando casas y puestos de venta callejeros. Cinco personas perdieron la vida y varias decenas resultaron heridas. Uno de los atacantes fue tiroteado por la policía y su cuerpo, quemado por los residentes. "La situación es complicada", según reconocieron ayer fuentes occidentales en Nairobi, "pero lo más grave es que nadie sabe qué está pasando".
El Gobierno keniano ha decidido acudir al Ejército para reforzar la acción de la policía. A pesar de las optimistas declaraciones del sábado, de que todo estaba bajo control, la situación es extremadamente volátil. "No es un problema bélico, es puro vandalismo", comentó una fuente militar. Ayer, decenas de personas recorrieron la zona del puerto y el barrio de Shauri Yako, a unos ocho kilómetros al Norte, incendiando y destruyendo todo lo que encontraban a su paso. Varios miles de turistas, entre los que no se halla ningún español, según informaciones de la Embajada en Nairobi, se mantienen enclaustrados en sus hoteles para evitar la calle. Algunas agencias han comenzado a desviar sus viajes a la costa y ya se han producido cancelaciones.Unos panfletos aparecidos ayer pueden aportar una clave. Escritos en suajili, dicen que "es el momento de que los habitantes originarios de la costa reclamen sus derechos sobre la tierra. Debemos expulsar a los invasores". En esta zona de Kenia viven personas de la etnia digo, que se han visto relegadas por la invasión de lúos y kikuyus. "Hay que recordar que estamos en año electoral Ras presidenciales y legislativas están previstas en diciembre] para entender parte de lo que ocurre", dice la fuente occidental en Nairobi. En 1992, poco antes de los últimos comicios, hubo también graves enfrentamientos étnicos. "Esta vez parece un problema más local, pero sorprende la organización militar de los manifestantes. No es algo espontáneo".
La gente pide armas
Los ataques de ayer, los que costaron los cinco muertos (son 31 desde el miércoles), estuvieron dirigidos contra residentes que no pertenecen a la etnia digo, la originaria de la costa. "Tal vez cada uno de nosotros debamos armarnos porque el Gobierno no puede protegemos", dijo uno de los atacados. "La policía nos ha dicho que debemos luchar por nosotros mismos".
Al Gobierno de Daniel Arap Moi se le amontonan los problemas a cuatro meses escasos de las elecciones, las últimas a las que se puede presentar según la nueva Constitución (ya lleva 19 años en el poder). Primero fue la presión de la dividida y desorganizada oposición para que se modifique la ley electoral; después, la decisión del Fondo Monetario Internacional de suspender las ayudas a Kenia debido a la corrupción administrativa, y ahora este extraño estallido de violencia. "Todos sabíamos que aquí iba a haber, problemas antes de final de año, pero de lo que no hay duda es de que los primeros síntomas ya están aquí", sentencia la fuente occidental.
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