La gran renovación del hotel Palace

Hasta hace pocos días, paseantes y turistas divisaban, a la altura de la madrileña fuente de Neptuno, unos enormes andamios. Hierros, verjas metálicas y envolventes redes cubrían la fachada de un monumento. Edificio histórico de la ciudad, bien de interés cultural por la Comunidad de Madrid y visita de multitud de curiosos: el hotel Palace.La reforma que ha cambiado la fisonomía del hotel comenzó en el mes de diciembre. La previsión es que las obras finalicen el último día de este mes, aunque es casi seguro que llegarán los inevitables retrasos en septiembre. "Lo gordo se acaba este mes, pero aún quedan los detalles y los retoques de última hora para vigilar que todo quede perfecto", señala la portavoz del Palace, Carmen Castro.

Con un presupuesto de 6.000 millones de pesetas, la cadena hotelera Sheraton -propietaria del Palace desde que en 1994 lo comprara al Agá-Jan- ha emprendido una reforma completa y minuciosa, que ha afectado tanto a la fachada como al interior del edificio. Una remodelación histórica, la primera de estas características en sus casi 85 años de vida.

Habitaciones, suites, comedores, bares, salones, locales y tiendas... todo ha sido remozado. En total, una superficie de 40.000 metros cuadrados.

Los dormitorios -440 en total- disponen de nuevo suelo de mármol, ventanas insonorizadas, aire acondicionado individual, conexiones de módem y fax. con impresoras y fotocopiadoras adaptadas a las necesidades de los ejecutivos y hombres de negocios, sus principales clientes... Otra novedad importante es el uso de material totalmente ignífugo: cortinas, puertas, alfombras, entelados, moquetas y sofás... nada ha escapado de la reforma.

Incluso los detalles más mínimos se han tenido en cuenta. Las habitaciones dispondrán e secador de pelo y maquinilla e afeitar eléctrica, caja fuerte, televisión con 30 canales, telefonía digital con buzón de voz, minibar, espejos con iluminación especial para maquillaje y, afeitado, entre otros accesorios.

Eso sí, este lujo no está al alcance de todos los bolsillos. Quien decida pagar entre 31.000 y 175.000 pesetas por noche podrá comprobar el alcance de las obras.

"Se ha pensado también en los minusválidos y en los no fumadores", señala Castro. De hecho, existen tres habitáculos destinados a facilitar la movilidad de las personas discapacitadas. Por su parte, los amigos del tabaco tendrán difícil instalarse en la cuarta planta del edificio, destinada especialmente a todos aquellos que no fumen.

Tras la magna obra, en diciembre llegará la inauguración oficial, con la presencia de los propietarios y altos directivos de la cadena Sheraton. Será entonces cuando el Palace pedirá la recuperación de la quinta estrella. Un galardón que el hotel perdió, por primera vez en su historia, hace unos años, tras padecer los efectos de la crisis que arrasó el sector.

Paseo por la historia

Pasear por los largos pasillos del hotel, recorrer sus salones y admirar el recibidor, sus esculturas y escalinatas hasta llegar a la magnífica cúpula de cristal, una joya arquitectónica de principios de siglo, es toda una visita por la historia.

Desde que el rey Alfonso XIII inaugurara el hotel en 1912, el Palace se convirtió en un monumento más de la ciudad de Madrid. Su construcción representó toda una novedad en la época: fue la primera construcción madrileña en la que se empleó el hormigón y el primer hotel europeo en el que cada una de las habitaciones disponía de cuarto de baño y teléfono.

Punto de encuentro de intelectuales, artistas y políticos, por sus estancias pasaron desde Vicente Blasco Ibáñez hasta la misteriosa espía Mata-Hari; Pablo Picasso, Luis Buñel, García Lorca, Orson Welles o Ernest Hemingway... la lista de personajes ilustres es enorme.

Ahora, el Palace afronta, con esperanza y optimismo, el horizonte del año 2000.