La OCU pide que se prohíba la sobreventa de billetes aéreos

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pidió ayer que se prohíba a las compañías aéreas la sobreventa de pasajes, también conocida como overbooking. Según una normativa europea, las compañías están autorizadas a reservar hasta un 10% más de la capacidad del pasaje. Con este exceso de reservas, las empresas se aseguran de que los vuelos despegarán llenos. De esta manera, evitan perder dinero con las cancelaciones de última hora.Las reacciones de la OCU se produjeron poco después del revuelo que vivió el martes el aeropuerto de Barajas. Ese día, 188 personas se quedaron en tierra debido a una saturación en diversos vuelos de Iberia con destino a Latinoamérica.

"El overbooking es una práctica claramente abusiva y, por ello, perjudicial para el consumidor", señaló la OCU. Para esta organización, "se trata de un abuso" que "ignora y margina los cálculos y previsiones del viajero que se ve afectado". Con respecto a las compensaciones económicas que las compañías aéreas pagan a los que dejan en tierra, la OCU apuntó que eran " totalmente insuficientes" para. compensarles.

La organización de consumidores apuntó que el problema que vivió Barajas "crea un precedente". Para la OCU, el overbooking está mal regulado porque "no obliga a las compañías a informar adecuadamente al viajero y no le permite así anular su vuelo o encontrar una solución alternativa aceptable".

"Hecho excepcional"

Por su parte, los 188 pasajeros que padecieron los riesgos de la sobreventa partieron ayer finalmente hacia sus destinos. Mientras algunos iban en vuelo regular hacia Buenos Aires, Iberia preparó un vuelo especial con capacidad para 270 personas con destino a Río de Janeiro. Desde allí, se conectaría a Buenos Aires y Santiago de Chile a través de Aerolíneas Argentinas.Iberia acarreó con los gastos de alojamiento, comida y teléfono de los pasajeros. Además, se comprometió a indemnizar a cada uno de los afectados con 300 ecus (49.800 pesetas).

En un comunicado emitido ayer, Iberia calificó lo sucedido de "hecho excepcional" y pidió excusas a los viajeros.

A media tarde de ayer, la situación difería mucho del ambiente respirado hacía pocas horas. Una empleada de Iberia señaló que algunos usuarios llegaron a agredir a supervisores de la compañía. Por este motivo, a primeras horas de la mañana de ayer se reforzó la presencia policial en los puestos de facturación para evitar males mayores y controlar la concentración masiva de pasajeros.

A pesar de que los mayores problemas ya pasaron, ayer se repitieron más casos de sobreventa de billetes en los vuelos con destino a Ginebra y Londres. Un portavoz de Iberia puntualizó que se trataba de "dos casos puntuales" que se solucionaron "a lo largo de la mañana" y restó importancia al asunto.