Romario: "Volver a ser el mejor del mundo depende de mí"
Con una exultante seguridad en sí mismo, Romario de Souza Faria, de 31 años, aterrizó ayer en Valencia. "He vuelto aquí para eso, ¿eh? Para ser campeón con el Valencia y máximo goleador del campeonato", declaró en tono desafiante el delantero carioca. "Si juego 40 partidos, marcaré más de 30 goles. La última vez que hice una promesa, cuando estuve en el Barcelona [prometió anotar 30 tantos], la cumplí", prosiguió Romario, que se atrevió incluso a afirmar que volver a ser el mejor jugador del mundo sólo depende de él. "Ahora el mejor del mundo es Ronaldo, lo ha demostrado; pero he venido a un equipo que me puede ayudar a ser el número uno, todo depende de mí", añadió.
De este modo, el delantero carioca, con dos años más de contrato con el Valencia y un sueldo de 417 millones netos anuales, se dispone a alcanzar en Mestalla la forma precisa para acudir al Mundial de Francia del verano que viene. "Físicamente estoy al cien por cien, listo para jugar esta misma noche", dijo Romario, que fue recibido en el aeropuerto de Manises por un centenar de enfervorizados seguidores. Enfundado en un traje granate y una camisa negra, y con unas gafas de intelectual, el futbolista salió del aeropuerto escoltado por un grupo de agentes que lo protegía de una masa dispuesta a todo con tal de poder tocar a su ídolo. El brasileño y sus acompañantes apenas pudieron contener el empuje apasionado de los hinchas, en vivo contraste con el poco caso que la gente le hizo a otro jugador del Valencia que también regresaba al equipo tras las vacaciones, el argentino Claudio Piojo López, que fue ninguneado.
Un año después del fugaz paso de Romario por el Valencia, que abandonó el equipo valencianista en octubre pasa do para ir cedido al Flamengo por sus desavenencias con el anterior técnico, Luis Aragonés, el jugador brasileño ase guró encontrarse mucho más ilusionado que en el pasado ejercicio. Sobre todo porque en esta ocasión va a trabajar a las órdenes de un técnico, Jorge Valdano, que le dispensará un trato personalizado, atendiendo a sus particulares condiciones físicas. "Romario es un jugador especial, se desenvuelve sobre todo en el área pequeña y necesita un entrenamiento específico", ha reiterado al respecto Valdano, que tampoco pondrá objeciones a que el delantero practique su afición preferida: el futvoley.
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