"Pienso comprarme un piso para instalarme aquí de por vida"

Se define como "hijo de andaluces, criado en Barcelona y residente en Madrid". Ni más ni menos. Cada mañana, de lunes a viernes, desde los estudios centrales de la cadena 40 Principales, su programa ¡Anda ya! despierta a unos 430.000 madrugadores. En su segunda temporada, este espacio es una de las grandes apuestas de Los 40 y todo un reto para este catalán que aún no ha cumplido 25 años. Los comienzos de Tony Aguilar (Barcelona, 1973) fueron algo más difíciles. Pasó por diversas emisoras locales y municipales, hasta que el concurso nacional de pinchadiscos de 1991 le dio la gran oportunidad. Con el subcampeonato de España bajo el brazo, Tony entró en Los 40-Barcelona por la puerta grande. Tras cinco años en aquella ciudad, aterrizó en Madrid el pasado año. Llegó con algo de miedo, pero no tardó en integrarse. Reconoce que, después de tantos años, le parece increíble que su familia le escuche cada mañana, y destaca el apoyo que siempre ha recibido de sus padres.Pregunta. Cada mañana, arrasa con ¡Anda ya! ¿Dónde está la clave del éxito de su programa?

Respuesta. Intentamos que el programa sea dinámico, que tenga un ritmo rápido. Buscamos agilidad combinando música, palabras, informaciones. Nos dirigimos al oyente con un trato muy directo y le intentamos animar el día con esa chispita mañanera pa ra que todo el mundo se ponga las pilas.

P. Antes de vivir en Madrid, usted residió en Barcelona. ¿Se imaginaba que esta ciudad era así antes de llegar?

R. No me la imaginaba así para nada. Cuando llegas a una ciudad nueva, siempre piensas que algún día volverás a tu casa, pero eso ya pasó. De hecho, ya no me planteo el marcharme de aquí, sino todo lo contrario. He decidido dejar mi piso de alquiler y ya he empezado a mirar alguno en venta. Pienso instalarme en Madrid de por vida.

P. ¿Qué es lo que más le llamó la atención cuando aterrizó en Madrid?

R. Lo abierta que es su gente. Como en todos los sitios, hay de todo, pero aquí suelen ser muy simpáticos. Lo que también es verdad es que en Madrid todos tienen un objetivo y la competencia es muy fuerte. Tengo la suerte de que en mi trabajo esto no es así y nos ayudamos muchísimo.

P. ¿Fue duro dejar a la familia?

R. Sí, fue lo peor de todo. El apoyo. de la familia ha sido fundamental. Por suerte, tenemos un maravilloso puente aéreo con Barcelona que de vez en cuando permite hacer alguna escapadita para allí o que mis padres se acerquen aquí.

P. ¿Qué tal lleva su condición de culé?

R. No lo llevo mal, lo que pasa es que, cuando hay que celebrar algo, no lo puedo hacer solo, y cuando celebran algo en contra tuya, te dan los cohetes muy fuertes en la cabeza, pero no pasa nada.