Más de 30 muertos este verano en los Alpes
No se puede hablar de racha trágica. Son las cifras habituales. No hay motivo de alarma. Suena fuerte, pero es la costumbre de los últimos años. Las autoridades ven normal lo que ha ocurrido este fin de semana en los Alpes. Trece montañeros muertos, que elevan la cifra de fallecidos este verano a más de 30. Y eso que este año, debido al mal tiempo que hizo en la primera quincena de julio, la estación de verano se retrasó un par de semanas. "Los accidentes, más frecuentes en verano debido al mayor número de alpinistas que intentan escalar las montañas, se han concentrado en menos tiempo, por ello las cifras dan la impresión de una racha trágica, pero siguen estando dentro de las medias habituales", explica Henri Portet, capitán de la gendarmería francesa de alta montaña.Aparte de los cuatro muertos españoles, entre el sábado y el domingo fallecieron otros nueve escaladores. Un alpinista alemán, Ulrich Kinkel, de 32 años, murió el sábado en un hospital de Aosta (Italia) después de haber sido rescatado en estado crítico en el Col Major, a 4.700 metros. Su compañero de cordada, el español Juan Luis Fuente, de 25 años, permanece ingresado en estado crítico. Ambos sufrieron síntomas de congelación por llevar ropa poco adecuada.
Avalanchas
En el lado francés, un ruso de unos 30 años murió el sábado alcanzado por una avalancha de piedras mientras vivaqueaba en la aguja Bonatti, en la cara norte de los Drus, a 3.700 metros. El mismo sábado, los servicios de salvamento hallaron el cuerpo de un chileno, de 41 años, muerto de frío y agotamiento en el corredor Geivasutti, en el Mont Blanc del Tacul, a 4.150 metros. Equipado de forma insuficiente, el hombre se vio sorprendido por el mal tiempo.En los Dolomitas de Linz (Austria), un escalador cuyo nombre y nacionalidad se desconocen murió ayer. También en Austria, en los montes de Kleiner Glockner, dos alpinistas japoneses y uno austriaco fueron hallados muertos víctimas de una caída cerca de la cumbre. Un quinto alpinista falleció en la cumbre del Perlseilhorn (Austria). Se trata de un funcionario alemán de 56 años que se detuvo a tomar una fotografía, perdió pie y se cayó por un barranco de 150 metros.
El último fallecido del fin de semana es un francés de 64 años que cayó de una altura de 25 metros en una grieta del glaciar de Tremoggia (Suiza).
"Los accidentes se deben a una conjunción de peligros objetivos -polvo, caída de piedras, aludes de nieve- y subjetivos, como la imprudencia y la falta de, preparación de los excursionistas", advierte el capitán Portet.
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