La Real se queda sin Sá Pinto, suspendido un año

El comité de justicia de la federación portuguesa de fútbol decidió ayer mantener los 12 meses de sanción al jugador Ricardo Sá Pinto, lo que le impedirá participar en todas las competiciones de la FIFA. Sá Pinto, que hoy tenía previsto desplazarse con la Real Sociedad a la gira de Holanda, no podrá formalizar su fichaje por el conjunto blanquiazul. La sanción no ha sorprendido en Lisboa, donde ha pesado mucho la gravedad de los hechos protagonizados por el jugador cuando agredió al seleccionador de su país Arthur Jorge el pasado 26 de marzo.El presidente del comité de justicia portugués, Pinto Monteiro, hizo público ayer el resultado del recurso presentado por el gabinete jurídico del internacional luso. El escueto comunicado asegura que este comité decide "imponer una sanción rigurosamente igual" al castigo que previamente la federación portuguesa había resuelto el pasado 17 de julio.

Sá Pinto se encuentra en San Sebastián desde el 16 de julio en virtud del acuerdo entre el Sporting de Lisboa y la Real Sociedad para traspasarle por un total de 600 millones de pesetas. El internacional portugués tenía previsto comprometerse con el club donostiarra por cuatro temporadas, pero la sanción que le han impuesto puede frustrar la operación.

La confirmación de los 12 meses de inhabilitación representa un serio revés para los intereses de la Real Sociedad, club que había depositado muchas esperanzas en una reducción de la pena. Incluso en el seno de la directiva donostiarra hay quienes defienden la continuidad de Sá Pinto en la disciplina del equipo a pesar de la magnitud de la prohibición. Sin embargo, y a tenor de unas recientes manifestaciones del presidente de la Real, Luis Uranga, el conjunto de Anoeta no contempla la posibilidad de contratar a Sá Pinto a sabiendas de que debe permanecer doce meses (de los cuales ha cumplido aproximadamente 40 días) sin jugar al fútbol en torneos o campeonatos oficiales. El jugador ahora debe decidir si recurre a los tribunales ordinarios de justicia, su última oportunidad para intentar rebajar su castigo.