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La cartelera andante

La directora Marta Balletbó promociona de viva voz su película en la cola de los cines Ideal

"Hola, soy Marta Balletbó y ésta es mi película". Con semejante saludo se presenta la cineasta catalana al público que nutre las tres colas que se forman cada día ante las taquillas de los cines Ideal, de Madrid. Son sus espectadores potenciales y responden al reclamo con amable interés. Costa Brava, la primera película rodada por esta licenciada en Química Analítica, de 36 años, tiene un pasado singular y un futuro muy prometedor. Es, en parte, una película hecha a sí misma con el beneplácito de su directora, que, además, es la protagonista.Se rodó en Barcelona en 13 días a toma única con un capital inicial de 3,5 millones de pesetas. Marta, todo un prodigio en el arte de conseguir dinero sin pisar un banco, organizó después lo que llama "reuniones tuperware, donde, en lugar de mostrar a las amigas recipientes de plástico, enseñábamos parte de la película editada a cambio de sus donaciones". La ayuda de su socia Ana Simón Cerezo y otras mañas siempre honradas aumentaron hasta 10 los millones de la cuenta que hizo posible la posproducción y puesta a punto de Costa Brava.

Su rodaje original en lengua inglesa ha facilitado su difusión fuera de España. Costa Brava ha participado y recibido premios en festivales de cine independiente de Los Ángeles, San Francisco y Milán, pero también es Premio Ciudad de Barcelona y Premio Especial Calidad del Ministerio de Cultura.

Rodada en 1995, por fin, y gracias a la insistencia de una directora sin complejos, llega a las pantallas comerciales de la mano de su progenitora. Desde el jueves pasado, día del estreno, Marta vive en el vestíbulo de los citados cines de Madrid. En sus manos lleva un cartel de la película y escenifica personalmente cada anuncio. Ha llegado a vestirse de guía turística, el papel que representa en la pantalla. "Mirad", les explica, "ésta es mi primera película y me encantaría que entrarais a verla. No tengo dinero para publicidad y yo misma estoy haciendo la promoción. Es una comedia romántica, yo creo que os va a gustar". "Y ¿no tienes entradas para regalarnos?", preguntan algunos. "No, eso es cosa de los dueños de la sala", responde rápida Balletbó.

Minutos después y a escasos metros, la misma cantilena. Esta vez, con puntería, Marta se topa con un auténtico cinéfilo que no disimula su entusiasmo y acaba literalmente en sus brazos: "¡No me digas que eres la de Costa Brava! Pero si llevamos muchísimo tiempo esperando tu película".

Semejantes reacciones animan hasta tal punto a la directora, que ha decidido venirse a Madrid todos los fines de semana para repetir su estrategia publicitaria mientras la cinta siga en cartel. No hay duda. En el fondo, Marta se divierte. "Y en la superficie. Pero, ojo, esto te exige cierta dosis de humildad; lo que ocurre es que en Madrid da gusto. La gente responde muy bien".

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