Podemos seguir mirando hacia atrás
Bien, aunque muy a última hora hoy podemos tener una satisfacción más que añadir a la, para mí ya suficiente, de encontrar tres españoles entre los 10 primeros. Olano por fin ha dado su talla -ya se vio bien en las dos últimas etapas- y ha logrado no sólo ganar esta larguísima contrarreloj sino también conseguir derrotar a un Ullrich del que se empezaba a rumorear ser el mejor especialista actual contra el crono y que además se le suponía que estaría corriendo con gasolina súper por su maillot amarillo.Por mi parte, pues, doy por bueno, a nivel de un supuesto patriotismo deportivo, patriotismo que de tener la pureza de amor al atleta que Montherlant nos exigía en Las olímpicas y Los bestiarios debería desaparecer, este resultado que, salvo el triste devenir de la ONCE, nos mantiene el diagnóstico esperanzador sobre la calidad de nuestro ciclismo, aunque eso sí, las fuerzas extranjeras, mejor dicho, los equipos que durante estos últimos años se veían desarbolados por la fuerza de nuestras dos grandes formaciones, Banesto y ONCE, empiezan ahora a articularse como rivales ya nada fáciles.
A partir de este Tour, Telekom, Mercatone Uno y Festina, llevan dentro de sus filas gente que podrá ganar las suficientes pruebas para igualar o desbancar esta larga supremacía española. Pero a nivel de corredores, aun a pesar de la explosión alemana e italiana, sigo creyendo que los nuestros pueden seguir mirando hacia atrás en la meta con la suficiente frecuencia.
Y eso que todavía tenemos una pequeña escuadra de "tapadillos" jóvenes que, como en nuestro cine, van a arrasar triunfos y audiencias. Por cierto, ¿por dónde anda Morrás?
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