"El primero que tenía buenas expectativas era yo"
Presentado como la gran alternativa española para ganar el Tour, Abraham Olano, de 27 años, terminará cuarto y en ningún momento ha estado en la lucha por la victoria. El ciclista guipuzcoano siente que ha fracasado en el Tour. La gran esperanza española no ha estado a la altura de las expectativas y ha disputado el Tour en la agonía diaria. Pese a todo, desmiente que las esperanzas puestas en él hayan sido exageradas.Pregunta. ¿Con qué sensación se va del Tour?
Respuesta. Con una sensación de no haber hecho bien las cosas, o, no sé, de verme en una situación que no me esperaba.
P. Su historial en el Tour no es muy afortunado. Debutó con una caída y el año pasado perdió el segundo puesto al final. ¿Cree que el Tour no le corresponde el amor que, le tiene?
R. No creo que tanto. Lo que pasa es que el Tour es duro y hay que asimilarlo y digerirlo. Hay algunos que lo asimilan rápido, como Ullrich, y yo, que también me gusta la carrera, pero quizá no he tenido la preparación más adecuada.
P. ¿Le preocupa haber defraudado a la afición?
R. No. Lo importante es cómo se encuentre uno mismo, satisfecho o no satisfecho consigo mismo. La afición es importante, pero si uno está satisfecho con el trabajo que ha hecho, es un problema de la afición si quiere más.
P. Por lo menos se ha dejado de compararle con Induráin. En cierto sentido lo habrá agradecido.
R. Sí y no. La gente siempre compara, y si el año que viene te salen bien las cosas te vuelven a comparar. Pero a los mitos siempre se les ha comparado con otros corredores. Y aunque no sean buenos corredores siempre se les quiere comparar. Pero para eso está la historia y para eso está la gente importante.
P. ¿Ha sido una carga pesada para usted el papel de heredero?
R. No, no. La gente siempre te pone la carga esa. Y no tanto como carga. Está acostumbrada a una situación que no tiene nada que ver con lo que era antes y en la que me he encontrado yo.
P. Pero a pesar de los pesares, o gracias a ello, ha logrado crearse una imagen propia, diferente. La del hombre siempre al borde del precipicio y nunca caído.
R. La verdad es que me habría gustado no tener que haberme ganado esa fama, sino la del hombre que está ahí delante y que puede estar disputando. Pero por circunstancias no ha sido así, y, bueno, el sacrificio que he hecho antes del Tour y el que he estado haciendo durante el Tour pienso que ha sido en principio por mí, luego por todo el equipo y por todo el trabajo que se está haciendo.
P. ¿En qué sentido ha fallado la preparación?
R. No sé cómo explicarlo. Son deducciones que hay que ir sacando porque no sabes qué ha fallado; si después de la caída de la Dauphiné quizá tenía que haber descansado en lugar de querer seguir manteniendo la forma, si machaqué demasiado... No lo sé.
P. ¿De ello se aprende?
R. Sí, se aprende, pero, bueno, primero tengo que coger unos días con tranquilidad y plantearme toda la situación y ver qué es lo que ha fallado realmente.
P. En su caso ha sido la caída, pero el año pasado Induráin también andaba muy bien en la Dauphiné y falló en el Tour. ¿Ha sacado la conclusión de que andar muy bien en la Dauphiné es sinónimo de fracaso?
R. No, Lo que yo había planteado no era disputar la Dauphiné para ganarla, sino que mi test lo iba a hacer en la Bicicleta Vasca. La Dauphiné la terminé disputan do por las circunstancias que se dieron en carrera. Pero bueno, están ahí los casos, ¿no?
P. ¿Ha sacado en el Tour alguna conclusión sobre el puesto que ocupa en el escalafón del ciclismo mundial?
R. Conclusiones no se pueden sacar de una o de dos carreras. Pasan los años y cada uno va encontrando su hueco en su sitio. No por una carrera o por una prueba que hagas bien o mal tengas que ganarte un puesto para ti.
P. ¿En qué sitio se ve ahora dentro del ciclismo?
R. En un sitio importante, pero hay otros muchos corredores que tienen buena clase y están ahí delante.
P. ¿Pero importante de primer nivel, de segundo?
R. Importante de primer nivel, de poder estar disputando grandes pruebas.
P. ¿Ullrich era batible?
R. No lo sé. Estando como he estado, desde luego que para mí no era batible por ninguno de los costados. En otra situación...
P. ¿Un Olano al 100% qué le habría hecho a Ullrich?
R. Se ha demostrado que este año le ha salido bordado, igual que el año pasado le salió a Riis, pero ya vimos cómo estaba el año pasado el danés y lo que decía al principio de temporada, y mira cómo está. Ha hecho un buen Tour, pero todos esperábamos algo más también.
P. Su imagen es la de un hombre regular. Y lo regular ya no vende...
R. El Tour no se gana haciendo una exhibición un día. Este año el que más se ha exhibido ha sido Pantani y no ha ganado el Tour. Hay situaciones en carrera en las que cada uno va marcando su terreno, pero gana el que mantiene una línea constante. Y eso de que la regularidad no vende depende de qué regularidad. Han dado bonito espectáculo, por ejemplo, Virenque y Ullrich, pero Ullrich no le ha disputado las llegadas y eso ha hecho bajar un poco su imagen.
P. ¿Aún cree que tiene un margen de progresión en la montaña o estamos ante el Olano definitivo?
R. La preparación que he traído se ha visto antes que era buena, que en la montaña estaba prácticamente con los escaladores.
P. Mucha gente piensa que su tope es el actual, que nunca podrá estar en la montaña con los grandes.
R. Si hubiera estado bien habría estado con la gente de delante, no sé, no te puedo decir dónde, pero, por ejemplo, en la etapa del Envalira y todo eso era lógico que yo tuviera que estar allí delante. Luego, cara a meta, no sé cuál habría sido mi sitio, pero estaba claro que con 25 o 30 tíos delante, Olano tendría que haber estado allí.
P. ¿Fue ése el momento más duro para su moral?
R. Momentos duros han sido todos, porque ha sido tener que ir tragando todos los días.
P. Pero la moral, en un puerto más o menos suave como el Envalira...
R. Sí, pero te acostumbras a ir así, ves que vas arrastrando desde el primer día, no encuentras explicación, cada vez la agonía es más grande, pero no dejas de apretar.
P. ¿Ha pensado en algún momento en tirar la toalla, sentarse y decir ahí me las den todas?
R. No, en ningún momento. Hemos venido a intentar disputar este Tour con muchas ilusiones, y hemos seguido disputando lo que podíamos dentro de nuestras posibilidades.
P. ¿Ha sido por cabezonería, por el equipo, por la familia, por los aficionados? ¿Por qué?
R. En principio, por mí, por todo el trabajo que he hecho. Luego también por todo, por el equipo, el trabajo que está haciendo, la casa comercial y todo.
P. ¿Qué más puede hacer para ganar el Tour?
R. ¿Qué más puedo hacer? Seguir preparándome y esperar que el cauce del río vaya a su sitio.
P. O sea, cree que puede ganar el Tour alguna vez.
R. Ganar... También iba a ganarlo Riis este año. Decirlo es fácil y hacerlo es más complicado, pero sí que puedo estar disputándolo.
P. En su cabeza, entonces, está ganar el Tour.
R. Sí, el disputarlo. El ganarlo... A mí no me gusta decir que se va a ganar cuando todo el mundo que se prepara para intentar disputar un Tour es para ganarlo.
P. Se dice que se habla más de usted que de Escartín, por ejemplo, porque usted es un líder prefabricado...
R. Siempre he dicho que hay que apoyar a todos los ciclistas, no sólo al que llega primero o segundo. El que llega el último está haciendo más esfuerzo y durante más tiempo. Y yo no soy el que tiene el micrófono en la mano y está hablando. O sea, que si se habla de mí, algunas expectativas habré dado.
P. Siempre al final del Tour, al líder del Banesto se le ha hecho la misma pregunta: ¿va a correr la Vuelta?
R. Todavía estamos en el Tour, y cuando lo acabe decidiremos qué hacer. Aún no he hablado con José Miguel del resto de temporada. Segura está la Clásica de San Sebastián. Lo demás está todavía en el aire.
P. Y el Mundial.
R. Eso depende del seleccionador y de cómo me encuentre en octubre.
P. ¿Depende la participación en la Vuelta del resultado del Tour?
R. Nunca ha dependido de lo que haya hecho en el Tour. Lo importante es cómo se acabe físicamente. Y si se va recuperando uno hay que planificarlo lo mejor posible, Mundial, Vuelta...
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