La bala que mató a Martin Luther King no salió del rifle de su asesino oficial
Los resultados de una prueba balística dados a conocer ayer por un magistrado de Memphis (Tennessee) abren un nuevo interrogante en el nunca bien aclarado asesinato de Martin Luther King. Según informó el juez Joe Brown, las balas disparadas por el rifle que, según la policía, usó James Earl Ray no dejan las mismas huellas que las encontradas en el proyectil que el 4 de abril de 1968 mató al líder de los derechos civiles de los negros norteamericanos.El juez ha hecho probar el rifle propiedad de Ray que, según la policía, fue el utilizado en el atentado contra King. Ese rifle fue encontrado cerca del lugar del crimen, con las huellas dactilares de Ray. El juez informó así del resultado de los análisis, realizados en un laboratorio criminalista de Rhode Island: "Una huella característica en las 12 balas disparadas con el rifle de James Earl Ray no está presente en la bala que mató al doctor Kíng".
El abogado de Ray declaró que ése es un argumento definitivo para conceder a su cliente el juicio que lleva casi tres décadas, reclamando. El abogado añadió que la prueba balística confirma la tesis de su cliente de que fue víctima de una conspiración gubernamental.
Tras su detención, Ray se declaró culpable, por lo que nunca llegó a ser Juzgado. Un magistrado le sentenció a 99 años de prisión, que cumple en una penitenciaría de Nashville (Tennessee). Pero Ray proclama desde entonces su inocencia asegurando que si se declaró culpable fue porque la policía le dijo que era el único modo de evitar la condena a muerte.
La posibilidad de que Ray muera pronto en prisión a causa de la cirrosis que padece ha hecho que Coretta Scott King, la viuda del líder negro, y sus cuatro hijos se sumen a la petición de que sea sometido a un verdadero juicio. La familia King, que nunca han creído la versión oficial, piensa que Ray es el chivo expiatorio de una conjura en la que pudo incluso estar implicado él entonces presidente Lyndon Johnson.
Un informe oficial del Congreso estimó en 1978 que Ray fue la persona que disparó contra King, pero añadió que fue el brazo ejecutor de una conspiración de "elementos racistas" de Saint Louis.
"La falta de una satisfactoria resolución de los interrogantes que rodean al asesinato de mi padre es una fuente de dolor permanente para mi familia", afirma Dexter King. Desde el conocimiento del resultado de la prueba balística, el misterio, y el dolor de los King, es aún más intenso.
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