La retractación
Tendré que retractarme de mi ligereza sobre el exceso de literatura en torno al llamado, dentro dé esas frases que comenté sarcásticamente, deporte rey ante la lectura de dos espléndidas crónicas sobre la desaparición de la mejor pareja entre mis cinco favor-¡tos para esta grande-boucle (otro término gilipollas a soportar). Felicito en primer lugar a Pello Ruiz Cabestany, con el que estoy de acuerdo sobre las posibilidades que este año tienen los tapados en este Tour, por su sentido relato acerca de una cena de Romminger con Induráin donde el suizo ya casi ibérico abría su esperanza después de la etapa prólogo, a una recuperación física y moral tras una temporada llena de agresiones y menosprecios por parte de quienes fueron sus patrocinadores e incluso de sus nuevos patrones. Pello, que tanta calidad nos ofreció en la carretera, la está ofreciendo también en la escritura y estoy seguro que la confirmaría en el cine porque tiene carisma de imagen. Y otra satisfacción como lector viene del único novelista español oficializado como experto en la épica ciclista, Javier García Sánchez, que, ha multiplicado mi afecto hacia Alex Zülle a través de un análisis preciso y profundo sobre las peripecias físicas y psíquicas de este joven esquiador, que se ha visto inundado de sucesos posteriores que han ido conformando una personalidad dual entre el éxito y la depresión y amenazados ambos siempre por las terribles dioptrías.En cuanto a la etapa, por decir algo ya que supongo debe formar parte de mi obligación en estas crónicas, empiezo a sospechar que este Tour se está convirtiendo en una serie de etapas temáticas con las caídas como atracción vedette.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.